El regalote de fin de año

Artículo de opinión escrito por Reginaldo Martín Esquer Félix,  Abogado especializado en materia fiscal  | Vía Reforma

Twitter: @lic_esquer

Ya asumido el paquete de reformas fiscales para 2022, y aunque no hubo ni más impuestos ni incrementos significativos, se sigue insistiendo en criminalizar las omisiones de los contribuyentes, como medida de control para “motivar” el cumplimiento oportuno de sus obligaciones fiscales.

Pero eso que pareciere una buena noticia (no más impuestos no incrementos), el problema es que las entidades federativas y los municipios son los que resentirán la disminución de sus ingresos, y no es precisamente que proponga aumentar impuestos para que los estados y municipios tengan más recursos, sino la forma en que se distribuye el presupuesto.

Recordemos lo siguiente, del 100% de los ingresos por impuestos y otros conceptos, el 80% se queda en el gobierno federal, y solo el 20% se distribuye en todas las entidades federativas, y aunque hay algunas diferencias, en la mayoría solamente el 20% de lo recibido por los estados, se distribuye en todos los municipios de ese mismo estado. Todo lo anterior se hace conforme a una fórmula que considera el número de habitantes por estado y sus esfuerzos en recaudación de contribuciones.

En otras palabras, el gobierno federal es el ganón, y las entidades federativas y los municipios donde se generan los impuestos, y donde más necesitan gastar, reciben solo una pequeña parte, lo que les condena a estar siempre mendigando al gobierno federal aplicaciones federales adicionales. Claro que, si eres del mismo color partidista o preferido del gobierno federal en turno, siempre habrá apoyos adicionales.

Es importante mencionar que este sistema tiene mucho tiempo, este gobierno federal no fue diferente, controlar el dinero es orientar la sumisión, el gobierno federal decide que obras son importantes y donde ponerlas, y destina una buena parte de su presupuesto a las obras que las identifican, entendiéndose por ello, aeropuerto, refinerías, un tren, etc.

Ciertamente la gran mayoría de los estados y municipios tienen mucho por hacer en eficiencia administrativa, por ejemplo, no conceder prestaciones abusivas a la burocracia para mantener poder, así que todos tienen que poner de su parte.

Por eso era importante la discusión de este presupuesto federal, pero realmente no hubo atencion a las 1,994 reservas señaladas por los diputados de la oposición, tampoco hubo un solo cambio después de 42 horas de discusión, solo la imposición de visión de una mayoría, así son las democracias cuando el grupo en el poder cree tener siempre la razón, para bien o para mal, como en este caso. Poco dinero y mal gastado, el peor escenario.

Si realmente quisieren que la gente aprecie por que paga impuestos, los municipios son lo que debieren tener más recursos, luz en vialidades, recolección de basura, construcción de nuevas vialidades, pavimentación, suministro de agua, drenaje, etc, es lo básico y todo eso está en los municipios.

¿Qué pasará entonces este fin de año? No tengo que ser Rey Mago para saberlo, Santo Clos nos traerá el ultimo regalo del año, solo que en este caso no nos gustara, como muchos regalos en navidad, el Grinch habrá ganado, y lo que viene serán incrementos de impuestos estatales y municipales, lamentablemente se verán forzados a hacerlo, mientras no se genere una nueva Convención Nacional Hacendaria, que replantee una fórmula justa y adecuada de distribución de los ingresos, los estados y municipios estarán condenados a la “gran visión” del gobierno federal, como si fueren hijos con minoría de edad, que tienen que ser ayudados y orientados por su padre, porque no saben cómo gastar, lo cual desde luego no pueden saberlo, a menos que teniendo el dinero cada entidad federativa quiera poner su propia refinería. #OpiniónCoparmex

Mtro. Reginaldo M. Esquer Félix

Vicepresidente Nacional de Justicia y Asuntos Tributarios