Acuerdo Nacional de Recuperación Económica, urgente: Coparmex

Artículo escrito por Alberto Javier Ruenes, Presidente de Coparmex León, Guanajuato para Mundo Ejecutivo

Twitter: @AlbertoRuenesE

Para nadie es una novedad que el Covid-19 vino a desafiar los sistemas de salud y económicos del mundo.

Pero en México, desde finales de 2018, mucho antes del primer caso de coronavirus, nuestro panorama especialmente económico estaba pasando por una terapia intensiva.

En 2019 la economía cerró con una contracción del 0.1%, lo que no ocurría desde hace 10 años. El 2020 también lo empezamos mal. Veinticinco estados ya presentaban caídas durante los primeros tres meses del año y 10 de ellos estaban en recesión.

La confianza empresarial llevaba cinco meses consecutivos reflejando pesimismo para todos los sectores. Uno de ellos -el de la construcción- registraba niveles poco alentadores desde noviembre de 2018.

¿Por qué pasaba esto en México antes del COVID? Cambio de reglas, afectaciones al Estado de Derecho y consultas públicas para tomar decisiones de inversión en el país que gradualmente han perjudicado la confianza y la certidumbre indispensable para invertir.

Ya transcurrieron cinco meses desde el primer caso de coronavirus en el país y la lista de pérdidas de vidas y económicas sigue creciendo.

Hace unos días llegamos a las 50 mil defunciones y el pico de la pandemia no cede. Al mismo tiempo, el IMSS reportó más de 1 millón 113 mil empleos formales perdidos entre marzo y junio, lo que significa que cada seis minutos una persona se quedó sin trabajo.

No podemos tapar el sol con un dedo. El INEGI reportó la peor caída anual para un trimestre del año desde 1993, eso significa que retrocedimos casi una década en nuestros niveles de actividad económica.

Es decir, la contracción económica nos sitúa en el mismo PIB de 2011.

Las expectativas limitan los ánimos

El consenso de mercado espera que la economía mexicana caiga entre 10% y 11% durante 2020, una de las peores estimaciones para los países latinoamericanos y las economías emergentes.

Esto se debe a la falta de apoyos fiscales para conservar fuentes de empleos y proteger los ingresos de las familias, lo que se reflejará en una reactivación muy débil para el segundo semestre del año.

A lo anterior, se suma el complejo panorama de salud pública mermado por la falta de estrategia federal para frenar los contagios. Somos el tercer país del mundo con el mayor número de fallecimientos.

Una solución necesaria

Pero también es cierto que el panorama podría cambiar si el Gobierno Federal pusiera en marcha un Acuerdo Nacional de Recuperación Económica, para que juntos, iniciativa privada y autoridades, reanimemos la economía.

A lo largo de la pandemia en Coparmex hemos propuesto implementar #RemediosSolidarios: Salario Solidario, Seguro Solidario y un Bono Solidario para amortiguar el impacto económico por el COVID19.

Una de las lecciones de los últimos meses es que los esfuerzos aislados son insuficientes. Es necesario que emprendamos acciones unidos para salir adelante de esta crisis.

Las empresas no inventamos el hilo negro, pero sí estamos haciendo lo que nos corresponde, tratando de salvar la mayor cantidad de empleos y proponiendo estrategias por el bien del país.

Ahora le toca al gobierno federal. Es ahora o nunca.

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