Artículo escrito por Gerardo Trejo Veytia, Secretario General de Coparmex. Ingeniero Industrial IBERO. Maestro en Administración ITAM vía etcétera.
Twitter: @gerardo_trejo_v
De la respuesta a esta pregunta dependerá el futuro de nuestro querido país.
Por supuesto que México sigue siendo una República democrática, pero nunca lo debemos dar por sentado; ante cualquier signo de autoritarismo o exceso de poder de un gobernante, los mexicanos tenemos que comportarnos como verdaderos ciudadanos.
Es penoso ver como algunas personas se comportan en no pocas ocasiones como auténticos vasallos, mostrando obediencia ciega y total sumisión hacia nuestros gobernantes.
Los derechos y libertades en un país se pueden ir perdiendo poco a poco, ante la mirada pasiva de sus habitantes. México necesita ciudadanas y ciudadanos libres, participativos, exigentes y conocedores de sus derechos y responsabilidades.
Es imperativo cuestionar constantemente las decisiones de los gobernantes, sean del partido que sean, para que estos siempre actúen a favor del bien común y no solo de un grupo de interés. Ninguna acción del gobierno debe exceder sus atribuciones y facultades constitucionales, respetando siempre los derechos humanos de los gobernados. La principal responsabilidad de cualquier autoridad es cumplir y hacer cumplir la ley.
Resulta muy preocupantes los cada vez más frecuentes intentos del presidente de la República por intimidar y acallar cualquier crítica u opinión diferente a la suya. Igualmente graves resultan los constantes ataques hacia los medios de comunicación y diferentes actores políticos, así como la evidente manipulación para desprestigiar al poder Judicial y a organismos autónomos como el INE.
Pese a ello, los ciudadanos debemos seguir ejerciendo a plenitud nuestros derechos y libertades; también tenemos que exigir a todos los actores políticos, al poder Judicial y a las instituciones autónomas como el INE que no se dejen presionar y guíen su actuación exclusivamente conforme a la ley.
Es fundamental que los medios de comunicación se mantengan independientes, con total libertad de expresión y denuncien cualquier intento de censura; igualmente trascendente será la capacidad de los organismos empresariales para criticar o manifestar desacuerdos con firmeza cuando sea necesario, proponiendo siempre alternativas de solución para los principales problemas de nuestro país.
Claro que implica riesgos el defender nuestros derechos y libertades fundamentales ante el poderoso, pero siempre resultará más riesgoso el no hacerlo. Seguir viviendo en un régimen democrático con equilibrios y contrapesos es tarea y responsabilidad de todos; hagamos cada uno lo que nos corresponde. Urgen más ciudadanos y menos vasallos.
Ya estamos en pleno proceso electoral, pronto elegiremos la renovación de la Cámara de Diputados, varias gubernaturas, alcaldías, congresos locales y presidencias municipales. Tendremos la oportunidad de castigar o premiar mediante nuestro voto la actuación y resultados de nuestros representantes y gobernantes electos; será fundamental en las próximas semanas conocer las diferentes alternativas e incentivar a la mayor cantidad de personas para que salgan a votar el 6 de Junio con total libertad: #ParticipoVotoExijo.
Seamos ciudadanos libres, participativos, críticos, exigentes y conocedores de nuestros derechos y responsabilidades; para obtener un gobierno eficaz, honesto, transparente y respetuoso de la ley.
Consulta la versión original en: Etcétera, ¿Ciudadanos o vasallos? Esa es la cuestión.
