Realismo con esperanza

Artículo escrito por Rosa Marta Abascal, Vicepresidenta de Comunicación de Coparmex vía Reforma

Twitter: @rmabascal

Según el INEGI entre mayo del 2019 y julio del 2021 cerraron sus puertas 1.6 millones de Mipymes contra 1.2 millones de nuevas empresas; 400 mil empresas menos que representan millones de empleos perdidos y riqueza no generada. Jóvenes sin empleo que serán buscados por el crimen organizado para ofrecerles un ingreso con el cual puedan vivir y mantener a sus familias. Las enormes diferencias sociales que se manifiestan no solo en carencias sino en el aumento incontrolable de la delincuencia están a la vista de todos y es el mayor desafío que tenemos como sociedad. En los últimos años el crecimiento económico ha sido bajo e inequitativo abriendo brechas entre personas,
sectores y regiones lo que ha provocado más empleo informal, bajos salarios, baja productividad y poca cobertura de seguridad social.

No podemos seguir dependiendo de lo que haga o deje de hacer el gobierno que ha probado desde indolencia hasta ineficacia en la comprensión y la acción de esta situación que cada día nos desangra más.

Como empresarios es nuestra responsabilidad involucrarnos con nuestros colaboradores para conocer sus realidades y ser subsidiarios, mejorando las condiciones de inclusión, el piso parejo, el privilegio del talento, con tabuladoras salariales justos y equitativos y un compromiso indeclinable de tener impacto social positivo hacia la
comunidad que rodea a la empresa. Debemos asumir el reto de ser motor de cambio, pues la empresa es de todos los que la hacemos posible, colaboradores, clientes, proveedores, accionistas, directivos y por supuesto las familias de todos ellos.

Es momento de retomar y fortalecer la alianza con los sindicatos. En 1995 Coparmex inició un camino que marcó la transformación de las relaciones obrero-patronales en México a través de la Nueva Cultura Laboral. Hoy, a través del Modelo de Desarrollo Inclusivo (MDI) es esencial dar un paso más; no solo somos aliados somos parte y por lo mismo corresponsables del mismo ecosistema: la empresa.

Por ello tendemos la mano a los líderes sindicales para que a través del diálogo la concertación y la unidad de esfuerzos impulsemos juntos a la empresa como motor de cambio. En la empresa está la esperanza. Hemos de procurar que este diálogo se oriente a la creación y permanencia de las empresas a la conservación y promoción del empleo al aumento de la rentabilidad a la justa distribución de las utilidades y a la lucha contra la corrupción a la inclusión y participación de toda persona a privilegiar el talento y a armonizar las legitimas aspiraciones de todos teniendo siempre bien firme el timón en interés del bien común.

En México somos un mosaico de pluralidad esa es nuestra fortaleza y nuestra riqueza. En Coparmex no pretendemos una imposible e indeseable igualdad sino un acuerdo básico para la construcción del México en el que todas las personas podamos alcanzar la plenitud de nuestro desarrollo recuperando el diálogo eficaz como el instrumento privilegiado de la política al servicio de todos. Por eso el MDI es una invitación para construir juntos, es una invitación a ser verdaderos demócratas con una visión de país que pare la confrontación la inseguridad y el martirio de personas inocentes como los dos sacerdotes jesuítas asesinados, cuyo único pecado ha sido dedicar su vida a los más pobres. Todos somos corresponsables del destino de nuestra patria ni los empleos, ni la seguridad, ni la inclusión, ni la soberanía, ni la democracia, ni la libertad se defienden solas nos requieren y nos necesitan como mexicanos comprometidos con el diálogo y con el bien común para construir unidad en lo esencial aglutinados alrededor del compromiso de servir a la persona humana razón de ser de la empresa. Construyamos un México inclusivo basados en el realismo pero con esperanza.