Esto debes saber sobre el control mayoritario del 54% que debe mantener la CFE

Artículo escrito por Carlos Aurelio Hernández González , Consejero Nacional de Coparmex | Vía: @Forbes_Mexico

X: @cauhdez

Desde la campaña de la actual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, uno de los pilares de su plan de país ha sido posicionar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como el principal competidor en el mercado eléctrico mayorista.

Para comprender la importancia de esta propuesta, es útil observar las dinámicas en economías como Italia, Francia y España, donde las empresas energéticas estatales o con significativa participación pública han mantenido un dominio considerable en sus respectivos mercados internos, impulsando así su expansión y éxito a nivel global.

Por ejemplo, la empresa italiana ENEL, que comenzó como entidad estatal en 1999 y luego se abrió al capital privado, tiene al gobierno italiano como propietario del 23% de sus acciones, según su reporte anual de 2023. Este control parcial le ha permitido a ENEL mantener el 51% del mercado de generación de energía eléctrica en Italia. En su reporte financiero de 2023, ENEL registró un EBITDA de 22 mil millones de euros, equivalente a 462 mil millones de pesos mexicanos a un tipo de cambio de 21 pesos por euro.

Otro caso es EDF (Électricité de France), que ha mantenido un monopolio dominante en su país gracias a un entorno regulatorio que permitió al gobierno recuperar el control total de la empresa tras adquirir la participación que estaba en manos de privados, que en su momento llegaron a poseer hasta el 20% de las acciones.

En España, Iberdrola, una de las principales empresas energéticas del mundo, fue parcialmente privatizada en los años 90 durante la liberalización del sector eléctrico. Aunque el mercado se liberalizó, el gobierno español continuó desempeñando un papel crucial en la regulación y diseño del mercado, estableciendo mecanismos que han beneficiado a empresas españolas, como tarifas reguladas, subsidios para energías limpias y políticas de precios que han favorecido la estabilidad de los grandes actores en el mercado.

En México, el debate sobre el papel de la CFE en el mercado eléctrico es crucial. Es necesario que la CFE se fortalezca en un entorno de libre competencia, pero también que se respete el esfuerzo de la iniciativa privada, promoviendo una verdadera democratización del sector eléctrico que incluya la participación de las pymes y los hogares mexicanos.

Mantener un control estatal constitucional y mayoritario (del 54%) debe no solo garantizar la seguridad nacional, sino también impulsar las inversiones necesarias en infraestructura y promover una transición hacia fuentes limpias que aseguren la sostenibilidad económica y el bienestar social. Sin embargo, surgen preguntas clave: ¿El 54% de qué? ¿De energía, potencia, certificados de energías limpias, servicios conexos? ¿Es a nivel nacional o se debe considerar por gerencia de control regional? ¿Cuánto y de dónde se obtendrían los recursos considerando una creciente demanda de energía del 3% anual? ¿En cuánto tiempo se lograría?

La CFE posee una sólida capacidad para captar capital destinado a la estructuración de proyectos de generación y transmisión. Además, al gestionar alianzas mediante asociaciones público-privadas, podrá asegurar los recursos necesarios para fortalecer su posición y alcanzar niveles de desarrollo sin precedentes. ¿Por qué no imaginar una CFE que, como empresa mexicana, compita en los mercados internacionales, exportando talento nacional y generando utilidades a partir del desarrollo de proyectos en otros países?

Finalmente, desde Coparmex se hace un llamado a la reflexión y a promover un diálogo constructivo, centrado en argumentos técnicos y jurídicos, dejando de lado las posturas ideológicas. Solo un intercambio de ideas bien fundamentadas permitirá encontrar soluciones efectivas a los desafíos que enfrenta el país, especialmente en un sector estratégico como el eléctrico. #OpiniónCoparmex