Facilitar la formalidad

Artículo escrito por Gerardo Trejo Veytia, Secretario General de Coparmex vía Grupo Mundo Ejecutivo.

Twitter: @gerardo_trejo_v

El crecimiento sostenido que tanto necesita nuestro país se ha visto limitado por el estancamiento de la productividad. Durante las últimas décadas la productividad total en México ha disminuido 0.32 por ciento de forma anual en promedio. La situación ha empeorado en los últimos dos años de la actual administración, ya que ha decrecido 0.5 por ciento en promedio.

Hay que implementar una estrategia conjunta entre sociedad y gobierno para impulsar un crecimiento sostenido de la productividad y competitividad de nuestra economía.

Uno de los problemas estructurales que tenemos son las altas tasas de informalidad, ya que según datos del INEGI, del total de las personas ocupadas en México, 43.5% son formales y generan el 77% del Producto Interno Bruto, mientras 56.5% son informales y generan 23% del PIB. La productividad en la formalidad es tres veces mayor que en la informalidad.

Es impostergable empezar a revertir esta realidad con políticas públicas que incentiven y faciliten la formalidad. Debemos llevar acabo una revisión integral del marco regulatorio que afecta la apertura de empresas formales; la regulación debe ser: estable, predecible, sencilla, cumplible y no estar sujeta a la interpretación discrecional de la autoridad.

No debemos seguir encareciendo y dificultando la creación de empleos formales. Urge revertir los incentivos, para que sea mejor, más seguro y sencillo ser formal que informal en nuestro país. Actualmente los negocios formales enfrentamos un sinnúmero de cargas fiscales, leyes, normas, reglamentos y esquemas complicadísimos de cumplir, por lo que muchas personas optan por la informalidad.

Recordemos que el mejor programa social de combate a la pobreza es generar las condiciones necesarias para la creación de empleos productivos formales. En la formalidad se puede acceder a prestaciones y a un esquema de jubilación a futuro.

Las empresas formales pueden tener un local fijo, acceder al crédito que les permita tomar riesgos, invertir y crecer. No hay bienestar sostenible posible en la informalidad. Cuando nuestros gobernantes diseñan políticas públicas o expiden nuevas leyes, deben tomar en cuenta siempre, que es vital facilitar e incentivar de una vez por todas la formalidad en nuestro país.

A futuro será muy importante construir un esquema de salud universal, que se financie con los impuestos generales, para quitar esta enorme carga a las empresas formales y lograr que no sea tan oneroso generar nuevos empleos formales. Necesitamos asegurar que el 56.5% de las personas que trabajan en la informalidad pasen a la formalidad.

El crecimiento sostenido que tanto necesita nuestro país, solo se logrará generando confianza y certeza para la apertura de millones de nuevas empresas, que brinden nuevas oportunidades de empleos formales bien pagados. No hay tiempo que perder, facilitemos la formalidad.

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