El silencio cómplice

Artículo escrito por  Juan José Sierra Álvarez Álvarez, Vicepresidente Nacional de Centros Empresariales de Coparmex vía El Heraldo de México 

Twitter: @jsierraalvarez

En México, en los últimos 42 meses, se han registrado 118 mil 201 víctimas de homicidio doloso. Una cifra inédita. Una cifra dolorosa y angustiante, porque fueron 118 mil 201 personas las que perdieron la vida como consecuencia de la violencia que reina en cada centímetro del territorio nacional.

El pasado mes de mayo, de acuerdo con el reporte de Incidencia Delictiva del Fuero Común 2022 del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, se cometieron en México, en solo 30 días, 194 mil 202 delitos. De ellos, dos mil 432 fueron tipificados como homicidio doloso y 75 como feminicidios.

Otros datos que nos ofrece el ambiente de inseguridad en nuestro país son los que contiene #DataCoparmex, una herramienta que refleja la percepción del sector empresarial en 10 indicadores, entre los que se encuentra el de #MasSeguridad que reveló que el 46.9 por ciento de los encuestados -es decir, uno de cada dos empresarios- dijo haber sido víctima de algún delito en el último año.

La encuesta también destapó que la extorsión ahora forma parte de la triada de delitos que más se experimentan en el sector empresarial, acompañada del robo de mercancía, dinero o equipo de la empresa que se encontraba en tránsito y el robo total o parcial de vehículos propiedad de la empresa.

Por si esto fuera poco, hay dos ingredientes más que debemos añadir a este círculo vicioso de la inseguridad: la corrupción y la impunidad.

En los primeros cuatro meses del año, el 39 por ciento de los socios Coparmex experimentó algún acto de corrupción.

De acuerdo con los resultados de la Encuesta en Contra de la Corrupción en el Sector Privado, en la que Coparmex participó con USAIDMx y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, el 53 por ciento de los empresarios cree que muy frecuentemente en nuestro país se llevan a cabo actos de corrupción.

¿Y qué pasa con las denuncias? De acuerdo con la ENVIPE del INEGI 2021, el 93.3 por ciento de los delitos no se denuncia, o bien la autoridad no inició una carpeta de investigación. Esa es la cifra negra del delito.

Por su parte, la Encuesta en Contra de la Corrupción en el Sector Privado nos permite saber que el 75 por ciento de este tipo de actos no se denuncian, mientras que del 19 por ciento que sí lo hacen, solo en el 5 por ciento la denuncia se resolvió y se sancionó al responsable.

Por lo tanto, conocer los datos de delitos, de corrupción, de impunidad y de las denuncias, nos permite saber, como sociedad, en dónde estamos situados y hacer un balance personal y comunitario de cómo podemos contribuir para que estas dolorosas y crecientes cifras de inseguridad, impunidad y corrupción que nos arrancan vidas, destruyen familias, pulverizan emprendimientos y sepultan las esperanzas de crecer y construir un mejor país, se frenen.

La vía sí es exigir a las autoridades que cumplan con su mandato constitucional de darnos la seguridad que merecemos, pero también es nuestra responsabilidad proponer mejores estrategias para combatir al crimen, para no permitir la corrupción, para no ser parte de ella y, sobre todo, denunciar, denunciar siempre, para que nuestro silencio deje de ser un cómplice de la inseguridad y se convierta en un aliado de la paz, de la justicia y de la ley.