Artículo de opinión escrito por Gustavo Almaraz, Presidente de nuestro Comité de Propuesta Política | Vía: Sinembargo
X: @gustavoalmarazp
Al momento de escribir estas líneas nos acercamos al cierre de marzo, mes en el que se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Aunque estos días nos brindan la oportunidad de reflexionar y leer mucho sobre el tema, es importante destacar varios factores, especialmente en el contexto actual en el que nos encontramos.
Empezando por los elementos más obvios, es fundamental recordar que la reflexión y la lucha por la igualdad, seguridad y justicia no deben limitarse a un mes, mucho menos a un día, sino que deben ser un compromiso constante que asumamos a diario en todas las esferas de la sociedad. En ese sentido, subrayo la importancia de que, independientemente de las preferencias políticas, todos somos responsables de analizar las propuestas de las candidatas y candidatos para las diferentes posiciones de gobierno, así como de dar seguimiento y exigir el cumplimiento de sus propuestas.
Enfocándome en el contexto electoral actual, no se puede obviar el hecho de que, por primera vez en la historia, son dos candidatas encabezando las encuestas, abriendo la posibilidad de que una mujer gobierne el país por primera vez. Además, la organización, supervisión y certificación del proceso electoral también se encuentran en manos de mujeres, en el Instituto Nacional Electoral, Guadalupe Taddei Zavala; en el Tribunal Electoral de la Federación, Mónica Aralí Soto Fregoso y en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Lucía Piña Hernández. Este avance es el resultado del arduo trabajo de millones de mujeres a lo largo de los años, luchando incansablemente por alcanzar la igualdad merecida con la esperanza de que en el futuro días como estos sean sólo para conmemorar y no para demandar derechos.
Sin minimizar el logro que lo anterior representa, la verdadera interrogante que deseo plantear en este espacio es si las candidatas tienen la intención de promover políticas públicas que aborden la agenda de género y contribuyan a hacer de la igualdad una realidad. Es crucial señalar que, independientemente del resultado, tanto Claudia Sheinbaum como Xóchitl Gálvez, se enfrentarán a la presión de los partidos políticos que las respaldan, los cuales no han priorizado los temas de género. Dichas dinámicas reflejan el gran trabajo pendiente, ya que, a pesar de los avances individuales, persisten las presiones del sistema en el que vivimos.
Antes del 8 de marzo, ambas candidatas presentaron sus propuestas de campaña, incluyendo aquellas relacionadas con la agenda de género. Entre las promesas de ambas destacan medidas para combatir la violencia en sus diversas formas (feminicidios, refugios para víctimas, fiscalías especializadas), la implementación de un sistema nacional de cuidados y la garantía de una igualdad sustantiva entre hombres y mujeres. A pesar de que existen más propuestas específicas en ambos casos, es necesaria mayor claridad sobre cómo se lograrían implementar sus promesas más allá del discurso.
En primer lugar, es notable que ninguna de las candidatas aborda específicamente la asignación de presupuesto público para garantizar el cumplimiento de esta agenda. Esto es crucial, ya que el desafío real radica en ejecutar las propuestas mencionadas para que no queden solo como buenas intenciones. Asimismo, es necesario plantear propuestas detalladas en términos de acceso a servicios de salud sexual y reproductiva.
En relación con las infancias, si bien se reconoce la importancia de las estancias infantiles, incluso de las escuelas de tiempo completo, se elude la importancia del tema educativo como fondo. Es decir, hace falta una perspectiva en la que más allá de la implementación de las medidas anteriores, estén todos los aspectos educativos, incluyendo un programa que fomente la igualdad, la participación equitativa y educación para la no violencia. Esta perspectiva es fundamental para alcanzar los resultados deseados, ya que, por más fiscalías o programas de seguridad que existan, es esencial abordar el problema de raíz a través de la educación, permitiendo que niñas y niños se desarrollen con conciencia sobre los problemas y retos a enfrentar.
Si bien estas líneas son breves y no pueden abordar todos los desafíos a detalle, mi objetivo es utilizar este espacio para hacer un llamado a candidatas y candidatos, así como al sector privado, sociedad civil y a la ciudadanía en general, a fin de fomentar debates y demandar propuestas integrales. Es fundamental exigir que estas propuestas vengan acompañadas de estrategias factibles para su cumplimiento con el fin de que la agenda de género sea una parte central de las plataformas electorales, y que su planeación y ejecución atienda las necesidades de nuestra realidad. #OpiniónCoparmex
