Artículo de opinión escrito por Francisco Javier Ruíz López, Presidente del Comité Coparmex Digital | vía: @elsolde_mexico
Tal vez pensaban que la contienda estaba cerrada o que Xóchitl tenía una gran oportunidad de ganar. Esto puede deberse, en parte, a los algoritmos que influyen en lo que vemos en las redes sociales diariamente…
El 2 de junio se llevaron a cabo unas elecciones muy significativas para nuestro país, tanto por la cantidad de participación, como por su importancia. En estos comicios resultó ganadora Claudia Sheinbaum, del partido Morena, quien será la primera mujer presidenta de México. La victoria fue clara, con una diferencia significativa confirmada, tanto por el PREP como por el conteo rápido.
Para muchos, esta victoria puede parecer sorprendente o difícil de entender, especialmente al recordar las manifestaciones y la cantidad de gente en las casillas que expresaban descontento con el actual gobierno. ¿Cómo es esto posible?
Vivimos en una era donde los algoritmos tienen un papel crucial en la información que consumimos y cómo la percibimos. Estos algoritmos filtran la información de manera que refuerzan nuestras creencias y sesgos, creando burbujas que pueden distorsionar nuestra percepción de la realidad. Esto no es exclusivo de temas político-electorales, afecta muchos aspectos de nuestras vidas.
Es importante desconectarnos un poco de las redes sociales, buscar menos exposición y cuidar más nuestra privacidad. Al entender cómo funcionan estos algoritmos y cómo pueden manipular nuestras percepciones, podemos empezar a cuestionar la veracidad de la información que consumimos.
Hay una realidad que puede ser difícil de enfrentar: existen al menos dos Méxicos. Uno que apoya mayoritariamente al presidente y otro que lo critica. En el primer México, las personas no ven problema en que el Gobierno tenga mayoría en el Congreso o en otros asuntos que algunos consideran preocupantes. En el segundo México, se tiende a ver estas cuestiones como señales de problemas graves.
Es crucial que reconozcamos que no todos ven el país de la misma manera. Asumir una posición de superioridad, no hará más que alejarnos y crear brechas que pueden ser aprovechadas por quienes tienen intereses negativos.
Debo reconocer que me equivoqué en subestimar la realidad de muchos mexicanos. Mi tarea en los próximos meses y años será intentar entender mejor esa otra cara de México.
Los invito a todos a que hagamos este ejercicio juntos. Apoyemos al Instituto Nacional Electoral y evitemos caer en la tentación de hablar de fraudes sin pruebas. Identifiquemos lo que no somos capaces de ver y entendamos mejor lo que motiva a otros a apoyar al gobierno actual.
Antes de pensar en el futuro de México, debemos entender su presente. ¿Qué es lo que otros ven que nosotros no? Mientras buscamos esa verdad, cuidémonos de nuestros algoritmos para no caer en burbujas informativas. #OpiniónCoparmex