Condiciones laborales en México

Artículo de opinión de Luis Durán, Presidente de la Comisión de Educación de Coparmex

Twitter: @LuisEDuran2 

En 2018, la escasez de talento global llegó a su mayor nivel en 12 años: de acuerdo con Manpower, 45 por ciento de las empresas reportaron dificultades para encontrar el talento adecuado, y en nuestro país esta cifra fue de 50 por ciento. Del otro lado, cada vez resulta más complicado para los trabajadores conseguir un buen empleo. El dinamismo de las empresas en conjunto con los intereses de quienes están o serán empleados han propiciado cambios en las relaciones de trabajo, los esquemas de contratación, las compensaciones y las expectativas y, por tanto, es necesario analizar cuáles son los requerimientos de cada una de las partes para poder plantear estrategias que respondan a ambas.

El Centro de Opinión Pública de la UVM realizó una encuesta precisamente con el objetivo de conocer las opiniones de los trabajadores mexicanos en torno a sus condiciones laborales, y la valoración que le asignan a aspectos como ambiente de trabajo, identidad, pertenencia y nivel de satisfacción. La investigación consistió también en un estudio cualitativo a partir de sesiones de trabajo con directores de Recursos Humanos de algunas empresas afiliadas al Consejo Ejecutivo de Empresas Globales para identificar cuáles son sus prioridades en materia de formación de talento y hacia dónde deberían orientarse las políticas públicas que apoyen ayuden a cubrir estas necesidades.

Resulta revelador que una de las habilidades que más buscan las empresas es una buena actitud, pues la perciben como un detonante fundamental que propicia la disponibilidad para aprender cualquier cosa, realizar diversas actividades y contribuir a un clima positivo de trabajo. La adaptabilidad, la capacidad de comunicación, el inglés y la inteligencia emocional son también habilidades altamente valoradas por los empleadores.

Para los empleadores ofrecer capacitación y desarrollo profesional a los empleados es medular para el crecimiento de sus colaboradores y es un importante mecanismo de retención de talento. El adiestramiento sobre cuestiones puntuales técnicas es el más recurrente en las empresas y ello se debe a la especialización de las tareas y a la pobre instrucción técnica por parte de las instituciones educativas.

Los empleados consideran que las empresas deben ser más flexibles e innovadoras sobre las condiciones que ofrecen porque las generaciones y perfiles que conviven dentro de una empresa son diversas. Los programas de trabajo desde casa y la flexibilidad de horarios parecen cobrar cada vez mayor relevancia para atraer y retener el talento.

Los aspectos que los empleados valoran como importantes en la empresa donde laboran son: comunicación oportuna, reconocimiento de su trabajo, ambiente laboral y orgullo de trabajar en esa empresa. Uno de los hallazgos más interesantes es la marcada diferencia en la satisfacción con su trabajo por grupos de edad. El 90 por ciento de las personas entre 36 y 45 años están satisfechos o muy satisfechas con su trabajo, en comparación con 76 por ciento de los individuos de 18 a 25 años. Además de la edad, el grado de estudios parece influir directamente en el nivel de satisfacción con la empresa, pues los entrevistados con estudios superiores registraron porcentajes de satisfacción significativamente más altos que aquellos con menor nivel de estudios.

Aproximadamente 64 por ciento considera que su compensación, incluyendo sueldo y prestaciones, es competitiva en el mercado, pero casi 6 de cada 10 personas afirma que, si consiguiera un empleo con las mismas condiciones de trabajo y sueldo, renunciaría a su empresa, lo cual explica en cierta medida los altos índices de rotación que enfrentan los empleadores.

Estos y muchos otros datos de la encuesta dan cuenta del cambiante panorama laboral y de la necesidad de impulsar un diálogo sistémico entre actores, así como de analizar las expectativas y opiniones de cada uno, para que las empresas puedan atraer y retener al mejor talento, que las instituciones educativas conozcan lo que están buscando los empleadores y así preparar mejor a sus estudiantes para insertarse en el mercado laboral.