Artículo escrito por Luis Durán, presidente del Comité de Difusión de la Coparmex.
Twitter: @LuisEDuran2
Ahora que estamos en épocas de elecciones vale la pena recordar las palabras célebres de Otto Von Bismarck, el gran estadista y principal arquitecto de la unificación alemana del siglo 19: “La gente nunca miente tanto como después de una cacería, durante una guerra o antes de una elección”. Estamos a unos días de una las elecciones más importantes de nuestra era y, sin duda, hemos visto de todo en estas últimas semanas. Y, como bien decía el “canciller de hierro” alemán, probablemente la verdad sea una de las cosas que menos hemos visto en estas semanas de campaña. Ante este escenario de campañas poco congruentes y de declaraciones contradictorias que van y vienen prácticamente cada minuto, los ciudadanos debemos de participar en esta fiesta cívica y emitir nuestro voto informado este domingo.
Probablemente no haya elección más importante que la de los integrantes del nuevo congreso. En ellos caerá una de las labores más importantes de las últimas décadas: las decisiones legislativas y presupuestarias que nos lleven a recuperarnos lo más pronto posible de la crisis del COVID-19. Más allá de los posicionamientos políticos de esta etapa electoral, es indispensable tener un congreso que haga a un lado las posturas partidistas y se ponga a trabajar en conjunto con sentido común y pragmatismo por el bien de nuestro país. Nuestros legisladores tendrán que privilegiar, con sentido de urgencia, gastos y leyes que apoyen la reactivación económica y la generación de empleo. Algunas de las iniciativas son claras y su efecto multiplicador es indiscutible ya que está ampliamente comprobado a través de la historia. Presupuestos, por ejemplo, que aporten fondos para el crecimiento de las PYMES y otorguen apoyos fiscales que fomenten la creación de nuevas fuentes de trabajo. Es imperativo fortalecer el Estado de derecho que fomente la confianza y la certidumbre en la inversión. Nuestros nuevos legisladores deben enfocarse a impulsar leyes de salud que fomenten la libre competencia para hacer llegar las medicinas y cuidados médicos a los más necesitados. El sistema de salud centralizado no ha tenido éxito. En el mundo de la educación y de la ciencia la labor es titánica. Empezando por un regreso a clases que ya es una emergencia nacional. Es indispensable impulsar y garantizar fondos adecuados para la ciencia y la tecnología. La única solución viable, ante un futuro incierto, es invertir decididamente en preparar las áreas del conocimiento que nos ayuden a cerrar la brecha científica y digital que tenemos con otros países. Sobre todo, ante la velocidad de muchos cambios que precisamente fueron provocados por la pandemia.
Las soluciones estarán a nuestro alcance únicamente si reconocemos este momento histórico y aceptamos la necesidad de trabajar juntos para construir un mejor futuro para todos en nuestro país. O como también dijo el gran canciller alemán: “La buena política no es una ciencia basada en la lógica; es la capacidad de elegir siempre en cada instante, en situaciones constantemente cambiantes, lo menos dañino, lo más útil”. Efectivamente.
Consulta la versión original en: Reforma, La tarea del nuevo congreso