Artículo escrito por Lydia Nava Vázquez, Vicepresidenta Nacional de Desarrollo Inclusivo de Coparmex vía El Financiero
Twitter: @MichLydiaNV
En México, la recuperación de empleos se ha ido dando poco a poco, no obstante, aún nos ubicamos en niveles similares a los del 2016. Pese a la recuperación de empleos, las desigualdades acrecientan.
Durante esta crisis económica, tanto el empleo informal como el empleo formal han sufrido graves afectaciones, pero el primero con mayor profundidad. A pesar de ello, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dio a conocer que, durante el 2021, los trabajadores informales fueron los que encabezaron la recuperación parcial de empleos en América Latina, evidenciando con ello la relación entre informalidad laboral, bajos ingresos y la desigualdad.
Por otro lado, los empleos recuperados corresponden a puestos previamente existentes, mas no de nueva creación.
No podemos negar que las mayores afectaciones económicas y el mayor impacto en el desempleo ha sido para los trabajadores informales, las mujeres y los jóvenes. Por otra parte, quienes continuaron ocupados, han vivido una disminución en sus ingresos, llegando con ello al 40 por ciento de la población del país en pobreza laboral, es decir con ingresos insuficientes para cubrir el costo de una canasta alimentaria básica para cada uno de los miembros de la familia.
Según el IMCO forman parte de esta pobreza laboral 22 de cada 100 trabajadores informales. A diferencia de los trabajadores formales quienes sólo 1 de cada 100, obtuvo recursos laborales insuficientes.
Diferentes estudios han evidenciado la relación directa entre la informalidad laboral, bajos ingresos y una profunda desigualdad en la distribución de la riqueza, incrementando el riesgo de que trabajos formales pasen a la informalidad.
La COPARMEX dio a conocer que, al primer trimestre del 2022, el 40.6 por ciento de los jóvenes ocupados trabajan de manera formal, a diferencia de la población ocupada general en donde la formalidad representa el 44.8 por ciento. Es decir, la formalidad entre jóvenes es menos común que para la población en general.
Lamentablemente la participación laboral de las mujeres también presenta un gran retroceso, en promedio para América Latina, hace más de 15 años que no se registraba una tasa tan baja de participación femenina, siendo las mujeres jóvenes las más afectadas.
La apuesta debe ser a fortalecer a las micro pequeñas y medianas empresas en México, según el INEGI 99 de cada 100 empresas del país pertenecen a este rubro, 95 por ciento son microempresas, 4.0 por ciento son pequeñas, y 0.8 por ciento son medianas, entre estas generan el 52.2 por ciento de los ingresos de las empresas.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 24.1 millones de personas ocupadas se encuentran en establecimientos MiPyMEs. Esto es el 43 por ciento del empleo total y el 82 por ciento del empleo generado por empresas
A consecuencia del Covid-19 desaparecieron un millón 583 mil 930 micro, pequeñas y medianas empresas, es decir una de cada 3 empresas. Lamentablemente solo el 7.0 por ciento de las MiPyMEs en México pudieron acceder a algún tipo de apoyo por parte del gobierno, mientras que el promedio de la OCDE fue de 33.6 por ciento.
La gran tarea pendiente para trabajar en conjunto gobierno y sector empresarial, es brindar la oportunidad de trabajo decente para todos los mexicanos, contar con un ingreso justo, derechos, protección social, equidad de oportunidades y con esto reducir la pobreza.
Sin embargo, nuestra realidad y el pronóstico son complicados, la CEPAL, estimó que la pobreza en México pasará de 34.9 a 36.2 por ciento de la población mexicana, en donde la seguridad alimentaria está en riesgo, la inflación y la incertidumbre está vigente.
El apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas no puede esperar, fortalecer las políticas públicas para generar más y mejores empleos son urgentes para garantizar los ingresos de toda la población, sobre todo de aquellos grupos con mayores dificultades para ser parte de la formalidad, como son las mujeres.
Es prioritario promover incentivos a través de la Banca de Desarrollo, con créditos en condiciones preferenciales, el Banco Interamericano de Desarrollo ha señalado que de cada 100 mujeres que solicitan un crédito, el 99 por ciento lo paga íntegramente.
El gran impulso que está dando COPARMEX a través del Modelo de Desarrollo Inclusivo (MDI) plantea poner al centro de las decisiones a las personas, que la empresa tenga una actuación trascendente al ser el vehículo de cambio, generando mayor productividad, poniendo por delante a los menos favorecidos.
Un país inclusivo, próspero y justo, es el México que todos anhelamos y sólo será posible si todos participamos emparejando el piso para contar con equidad de oportunidades.