Para Durango y Sonora, la recomendación es “reconsiderar el viaje” y para Guerrero –el puerto de Acapulco, Zihuatanejo e Ixtapa–, Colima –Manzanillo–, Michoacán, Sinaloa, Tamaulipas y Zacatecas, el gobierno de Estados Unidos pide a sus ciudadanos, no viajar. Esto es grave por varias razones. La primera, porque Estados Unidos es nuestro principal socio comercial y es también el país de origen del mayor flujo de turistas que ingresan a territorio nacional. Solo en 2021, de poco más de 14 millones de visitantes que llegaron a México, por lo menos 10 millones provenían de Estados Unidos, por lo que los visitantes de ese país, ante las recomendaciones, pueden reconsiderar sus opciones de viaje.
La segunda razón, que es la que da origen a las alertas de viaje que Estados Unidos emite, es la violencia que azota a nuestro país y que se ha recrudecido a causa de la ausencia de una verdadera estrategia de seguridad que ayude a contar con policías certificadas, consolidadas, que se coordinen con el sistema de justicia para prevenir el delito y sancionar a quienes infringen la ley.
La tercera es la apatía que se percibe en el Poder Ejecutivo Federal ante las necesidades de seguridad y sustento de los mexicanos y el desdén hacia la opinión que otros países tienen del nuestro. Esta actitud demuestra la cerrazón que existe en el gobierno y la falta de empatía y responsabilidad para cumplir el mandato constitucional de otorgar seguridad a quienes vivimos y disfrutamos de México.
Es lamentable que a diferencia de Estados Unidos, que ha identificado con claridad los estados y municipios peligrosos para sus ciudadanos y les advierten de ello, en México parece reinar la opacidad e inacción, en todos los aspectos.
Por ello, más allá de indignarnos por las alertas, debemos mirar hacia adentro y resolver con responsabilidad y sentido de urgencia la inseguridad que nos azota y nos arrebata lo más preciado: nuestra vida y nuestras libertades y que nos aleja de opciones reales de empleo para las familias mexicanas.
Estados Unidos tiene razón, en México hay que tener precaución, y sí, debemos tener precaución de caer en el conformismo y no exigir lo que nos corresponde: seguridad para todas y todos, ya.
