Artículo escrito por: Rodrigo Oria y Anaya, Presidente de la Comisión de Salud de Coparmex, vía Excélsior.
Una de las grandes asignaturas pendientes que tenemos como país desde hace décadas es lograr un sistema de salud que garantice el derecho humano a la salud para todas las personas.
Nunca hemos logrado alcanzar un sistema de salud que garantice que cualquier persona, independientemente de su nivel de ingreso y su condición laboral tenga acceso a servicios de salud de calidad. Administraciones pasadas se lo han planteado como objetivo. Se podría decir que avanzaron en algunos aspectos, pero nunca lo lograron.
Al inicio de su gestión, el presidente Andrés Manuel López Obrador planteó desarrollar un sistema de salud “como el de los países nórdicos, como Dinamarca, Suecia o como Canadá”. Hay que decirlo, a 4 años de gestión no sólo no ha habido avances, sino que se registran retrocesos. Las fuentes oficiales muestran datos preocupantes:
- De acuerdo con Coneval, en 2020, 15 millones de personas perdieron la adscripción que tenían a algún servicio de salud. Hoy, un total de 35 millones de personas no tienen acceso a servicios de salud (cifra similar a la que existía en el 2010). Retrocedimos 11 años.
- El IMSS reportó que entre 2019 y 2022 hubo más de 55 millones de recetas de medicamentos no surtidas (cuando antes de 2019 veíamos promedios de alrededor de 1.5 millones de recetas no surtidas al año).
- En la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, Ensanut 2021, se reportó que la cobertura de vacunación para infantes bajó a la mitad (de 74% a menos de 37%) entre 2016 y 2018, y se mantuvo estable para 2021.
Sumado a las cuestiones estructurales, la pandemia de covid puso en aprietos nuestro precario sistema y, como consecuencia, entre 2019 y 2021, disminuyó 4 años la esperanza de vida en nuestro país, pasando de 75 a 71 años. Este fenómeno de reducción de esperanza de vida no se había visto en México en décadas.
Es imperativo que cambiemos de fondo el sistema de salud en México. No es mala idea usar como fuente de inspiración los sistemas de salud de países como Dinamarca. ¿En qué consiste el sistema de salud en ese país? En realidad, son principios generales bastante simples. Es un sistema en el que el Estado tiene la rectoría (establece las reglas y la dirección) y los otros participantes públicos y privados del sistema (gobiernos federales, estatales y municipales, hospitales, prestadores de servicios, trabajadores de la salud, farmacias, distribuidores, etcétera) se coordinan, de acuerdo con las reglas establecidas. El objetivo central: satisfacer las necesidades de salud de las personas de la manera más eficiente posible, considerando los recursos y capacidades disponibles. ¿Queremos eso en México? ¡Claro que sí!
La pregunta difícil es cómo lo tenemos que hacer y quién tiene que hacer qué cosa. México es un país complejo, con una gran población y extensión territorial. Tenemos muchas carencias, pero también grandes capacidades. Nuestro sistema de salud actual es complejo, fragmentado, desarticulado. Hay que cambiar muchas cosas para lograr un sistema de salud como el de Dinamarca, pero esto no significa que sea imposible. Se puede. Por el bien de nuestro país y de todos quienes lo habitamos, lo tenemos que hacer.
Lo que es un hecho es que nadie puede solo. En Coparmex estamos convencidos que “nadie es mejor que todos juntos”. Esto no es responsabilidad de un solo funcionario ni de una dependencia ni del Congreso. Tampoco es cuestión de buenas intenciones. Es necesario que unamos voluntades, compartamos visiones y conocimientos y, entre todos, definamos el camino hacia un nuevo sistema de salud.
Desde Coparmex nos comprometemos a impulsar el diálogo abierto con todos: funcionarios actuales y aspirantes a puestos públicos, especialistas en salud, organizaciones gremiales y de la sociedad civil, expertos en salud pública y de empresas. Construyamos juntos este diálogo para lograr que finalmente se garantice el derecho humano a la salud en nuestro país.