Artículo de opinión escrito por: Jorge Ramírez Hernández, Vicepresidente Nacional de Sustentabilidad de Coparmex | Vía El Sol de México
Twitter: @jrh67er
En México se viven tiempos de polarización. En los últimos años se ha acelerado este ambiente porque los políticos en el poder priorizan su visión de Estado, y sus intereses de grupo por encima del bien común generando bloques enfrentados con visiones completamente opuestas.
Cuando hay contrapesos políticos: una oposición inteligente y constructiva, división de poderes, federalismo y espacios democráticos que incentiven la participación ciudadana, se puede construir una visión compartida del país o estado incluyendo a todos en el modelo de gestión, así como en las políticas públicas a implementar.
Se acotan límites de poder y se generan balances en la autoridad. Así se construyen mejores gobiernos, más transparentes en el uso de los recursos públicos y con mejores resultados de cara a los ciudadanos.
Vivimos tiempos inéditos en la política mexicana: procesos anticipados en la selección de candidatos a todos los niveles de gobierno. Es más evidente en la contienda presidencial, pero también se puede apreciar en las estatales, en las que se muestran las prácticas democráticas de los líderes y sus ofertas políticas.
Yo soy de León y, así como en todo México, también tenemos grandísimos retos en Guanajuato: la inseguridad, la desigualdad y la pobreza; desafíos en términos ecológicos, como la contaminación y el gran estrés hídrico y falta de fuentes alternativas de abasto de agua potable; la caída estrepitosa que vivimos estos últimos años en términos de competitividad, lo que no nos ha permitido aprovechar al máximo las grandes oportunidades que pudieran venir con el “Nearshoring”. Pero lo más triste, una gran apatía social en la participación democrática, que se ha reflejado en el gran abstencionismo que hemos visto en las últimas elecciones.
Por eso un grupo de liderazgos de todo el estado hemos levantado la voz: publicamos un desplegado, haremos propuestas y llamaremos al voto; sin duda, sumaremos a muchos otros, convocando a la sociedad a participar; solicitaremos a todas las fuerzas políticas que se abran, que nos hagan participes desde la selección de candidatos, opinar en relación con sus perfiles, experiencia, carisma y autoridad moral; aportando de la misma forma propuestas de políticas públicas de largo plazo que den respuesta a las preocupaciones que tenemos y juntos podamos aspirar a mejores tiempos.