- Es insuficiente que las tarifas se incrementen menos que la inflación; es necesario que bajen.
- Bajar las tarifas es posible, no por decreto, sino aumentando la oferta de energías limpias.
- En México, por desgracia, la producción de energías limpias fue reemplazada por la quema de carbón.
Desde la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) expresamos nuestra preocupación por el aumento de 7.1 por ciento a las tarifas de energía eléctrica anunciado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para el 2023, pues ello representa otro golpe severo a la economía de las familias y de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPyMEs) del país
En Coparmex consideramos que, aunque el ajuste a las tarifas es menor a la inflación, que en la primera quincena de enero alcanzó el 7.94 por ciento, este traerá consigo un aumento en los costos de producción de las empresas y más presiones inflacionarias a los productos y servicios que consumimos todos los días los mexicanos.
Por ello, es necesario subrayar que resulta insuficiente que las tarifas incrementen menos que la inflación, cuando lo necesario es que éstas disminuyan. COPARMEX no propone que se haga por decreto sino que sea a través de la mejora en las condiciones
del Mercado y mediante más oferta, es decir, se eliminen las restricciones a la competencia en Suministro Básico y se permita la incorporación de más energía limpia y renovable al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) para evitar que paguemos más por energía sucia y contaminante.
En ese sentido, es preocupante que, aunque la generación de energía aumentó 3 por ciento en 2022 en comparación con el 2021, del total que representó la energía limpia y renovable en 2021 (27.45 por ciento) para el siguiente año, hubo una disminución de 1.33 por ciento; el reemplazo se dio por el carbón, que tuvo un aumento de 1.56 por ciento, en el mismo periodo.
Más aún, de acuerdo con información del Centro de Emisiones de Norte América, las centrales eléctricas de carbón de la CFE (Petacalco y dos en Piedras Negras), emiten en promedio 1,050.23 kilogramos de Dióxido de Carbono (CO2), lo que indica que durante 2022 se emitieron 14,906,765.60 toneladas o 9.1 millones de toneladas adicionales, en comparación con 2021.
Si a esto sumamos que se redujo la producción de energías solar y eólica, podemos advertir que México tuvo un costo de oportunidad en cuanto a las emisiones de CO2 al privilegiar la utilización de carbón sobre la producción limpia y renovable, por lo que no sólo nos enfrentamos a un alto costo de generación que impacta en los usuarios finales de la CFE, sino que tenemos un aumento de emisiones contaminantes.
En COPARMEX apostamos por la implementación del Modelo de Desarrollo Inclusivo (MDI) por ello vemos como una oportunidad el que se permita a las empresas mexicanas aumentar su capacidad de generación en sitio de .5MW a cuando menos 1MW; de igual forma, creemos que se debe disminuir la cantidad de la demanda máxima requerida para obtener el Registro de Usuario Calificado.
Con la implementación de estas medidas se democratiza aún más el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), pues se permite la integración y participación de más empresas para buscar opciones competitivas de generación de energía eléctrica tanto en precio, como en el tipo de tecnología. Solo aumentando la oferta podrá bajarse el precio de la energía sin que eso represente mermar las finanzas públicas; al contrario, significa incluso la oportunidad de que se incremente la aportación privada.
En COPARMEX tenemos la certeza de que las MiPyMEs son la clave para combatir la crisis inflacionaria que vive México y el mundo, y también el canal más eficaz para preservar el ingreso de las familias, de ahí la importancia de incentivar su inclusión en el Mercado Eléctrico y de fomentar la democratización de las oportunidades de éstas para reducir sus costos y sus emisiones contaminantes al medio ambiente.