Artículo de opinión escrito por: Fernando Sánchez Argomedo, Presidente de la Comisión de Innovación Empresarial | Vía El Sol de México
Twitter: @fsargomedo
En la primera parte explicamos las causas que provocaron el proceso de mover la producción y las cadenas de valor de las economías cercanas a los mercados principales, el llamado nearshoring. Ahora reflexionaremos sobre el impacto que esto tendrá en la economía nacional.
Cuando una empresa transnacional traslada su producción a una localidad, requerirá productos y servicios para su operación en dos sentidos: los que van directamente al proceso de fabricación (las materias primas o productos construidos que forman parte de la cadena de valor) y los bienes y servicios que no son parte de la elaboración (la alimentación, reclutamiento, equipo de oficina, seguridad, mantenimiento, etcétera).
Como consecuencia hay un impacto positivo en el entorno de la localidad en el que se instala la empresa. En este proceso las empresas comienzan a buscar proveedores que atiendan a sus necesidades.
En COPARMEX estimamos que el nearshoring impulsará a la economía elevando un 3 por ciento el PIB en los próximos cinco años. En una primera etapa las industrias que se verán impactadas son: la automotriz y autopartes, la aeroespacial, dispositivos médicos de alta tecnología, farmacéutica, electrónica y electrodomésticos, así como tecnologías de la información (TIC).
Los estados del país que recibirán el impacto del nearshoring son los del norte, empezando por Nuevo León, Chihuaha y Baja California seguidos por el Bajío. También hay señales de inversión en infraestructura en Yucatán que eventualmente se podrá convertir en un “hub” industrial para las materias primas y productos provenientes de Asia que sean necesarios por no producirse en México.
Otro efecto en la economía, además del desarrollo de proveduría especializada y no especializada, es el impacto en la necesidad de puestos de trabajo que se requieren y los productos y servicios, para ello se necesita mano de obra especialista en el rubro de ingeniería de alta tecnología, electrónica, tecnologías información, pero también los puestos trabajo que necesitarán las empresas proveedoras o que están dentro de la cadena de valor.
Se estima que las fuentes de empleo se elevarán considerablemente. Analistas señalan un incremento de hasta el 400 por ciento, en el norte del país. El reto es contar con personal capacitado para los puestos que se necesitarán, lo que será un factor clave para la decisión del lugar para la relocalización.
Las empresas que se relocalizarán en nuestro país necesitan espacios físicos, parques industriales con servicios preinstalados y servicios de logística, para la proveeduría como el transporte de los productos hacia Estados Unidos.
En COPARMEX ya contamos con el Modelo de Desarrollo Inclusivo (MDI), que nos permite reflexionar: ¿Quiénes se están quedando fuera de este proceso que generará derrama económica y fuentes de empleo?, ¿Qué va a pasar con el sur del país que no cuenta con la infraestructura ni con la mano de obra?, ¿Qué debemos impulsar desde el sector empresarial para que las oportunidades lleguen a los que más lo necesitan?