Artículo escrito por Carlos Villaseñor Franco, Presidente de Coparmex Jalisco vía El sol de México
Twitter: @CarlosD_VF
Es innegable que en la historia del México moderno que nos permite vivir en un régimen democrático, uno de los actores principales han sido el Instituto Federal Electoral, nombrado actualmente como: Instituto Nacional Electoral, INE.
Su creación como organismo autónomo vino a colocar los cimientos de los pilares en la construcción de la democracia, cambió la forma de decidir y participar en los comicios electorales, y dio certeza a los procesos de elección popular.
El INE, nos obligó a involucrarnos en las decisiones populares como parte de un ejercicio de responsabilidad social, dando garantía a la ciudadanía de ejercer nuestros derechos políticos, y no solo de ejercerlos, sino, de hacer valer los derechos de otros. Somos los ciudadanos quienes contamos los votos, cuidamos las elecciones y alzamos la voz en un actuar crítico y de análisis, para lograr un voto reflexivo y razonado.
Somos los ciudadanos parte fundamental de organizar los comicios que darán gobernantes electos por nosotros mismos, somos un ejército construyendo y dando sentido al valor de nuestra democracia.
Su autonomía como institución ha permitido que se conduzca de manera imparcial, dando certeza, transparencia y legalidad a las elecciones en congruencia con la naturaleza de su origen.
Este Instituto ha conseguido cambios importantes como lo fue en su momento, la exclusión de toda participación y representación del Poder Ejecutivo sobre él. Se establecieron los lineamientos para el procedimiento de votación y de elaboración de la lista nominal de electores residentes en el extranjero. A favor de la equidad de género reformuló las candidaturas y su integración en función del principio de paridad, abrió la puerta a las candidaturas independientes y logró fiscalizar los recursos de los partidos políticos a nivel federal y local.
Así la magnitud de su importancia y de contar con organismos independientes; por estas razones, creo importante resaltar que cualquier ataque o descalificación injustificada contra el INE, es una ofensa contra la sociedad misma.
Como ciudadano y como parte de Coparmex me sumo a la defensa de esta institución, las denuncias penales presentadas en contra de los consejeros del Instituto representan un acto de intimidación y un ataque injustificado a la autonomía del INE.
La resolución de la SCJN y la propia existencia del Tribunal Electoral demuestran que contamos con las instituciones adecuadas, los organismos autónomos nos aseguran el correcto y equilibrado funcionamiento del sistema de pesos y contrapesos en nuestro país, la embestida debe parar porque solo abre paso a un autoritarismo que atropella la democracia y debilita al árbitro electoral.