Artículo escrito por: Gerardo Trejo Veytia, Secretario General Coparmex, vía El Universal.
Estamos a unos días de que se vote en el pleno de la Cámara de Diputados la iniciativa de reforma constitucional en materia electoral que impulsan el partido en el poder y el Presidente de la República; todo parece indicar que no tienen los votos suficientes para alcanzar la mayoría calificada necesaria para su aprobación. A menos que de último momento consiguieran “mágicamente” votos de las bancadas opositoras, lo que se ve poco probable.
¿Por qué tanta insistencia del partido en el poder y del presidente en que se apruebe una reforma constitucional regresiva, que claramente debilitaría a nuestro órgano electoral ciudadano?, ¿por qué proponer desaparecer el INE si ha probado su eficacia, dando transparencia y certeza en varios procesos electorales, incluyendo la elección de AMLO?, ¿Por qué proponer cambios de último minuto al cuarto para las doce, que solo ocasionarán incertidumbre, ingobernabilidad e inestabilidad política?.
—Pensaron lo mismo que yo, la única respuesta posible es que pretenden debilitar al árbitro electoral para perpetuarse en el poder.
Si no fuera así, el más mínimo sentido común y lógica nos diría, que cualquier modificación al sistema electoral tendría que contar de inicio con el más amplio consenso, especialmente de los partidos de oposición, como siempre se ha hecho en las últimas reformas. Ninguna reforma electoral propuesta desde el poder sin el aval de la oposición puede ser positiva para nuestro país.
Por eso, el 13 de noviembre cientos de miles de ciudadanos salieron libremente a las calles en más de 50 ciudades a lo largo y ancho de nuestro país, para exigir respetuosamente a nuestros legisladores: #ElINENoSeToca
Lo que empieza mal acaba mal, recientemente el Presidente de la República anunció que ante la probable imposibilidad de sacar adelante su Plan A de reforma constitucional, presentará un Plan B, para reformar algunas leyes secundarias en materia electoral, igualmente sin el más mínimo consenso de la oposición pretende imponer con la mayoría del partido en el poder, cambios a leyes secundarias para modificar nuestro sistema electoral.
De prosperar cambios impuestos desde el poder a leyes secundarias de nuestro sistema electoral, lo que seguiría con toda seguridad es: ingobernabilidad, incertidumbre, zozobra e inestabilidad política; que se traduciría también en menor inversión y generación de empleos. Sin democracia no hay prosperidad ni desarrollo posible.
Todavía estamos a tiempo de hacer entrar en razón a nuestros representantes populares, especialmente a los del partido en el poder y a sus aliados; respetuosamente les decimos: no traicionen la democracia y a México, ustedes saben perfectamente que no es válido imponer una reforma electoral desde el poder. Si lo hicieren, su conciencia se los cobrará y la historia los juzgará.
Nosotros los ciudadanos seguiremos haciendo lo que nos corresponde, manifestando nuestro rechazo a una reforma autoritaria que pone en peligro nuestra democracia y libertades, saliendo a las calles nuevamente de ser necesario y por supuesto dándole seguimiento al actuar de todos y cada uno de nuestros representantes populares “Marcaje Personal”, para transparentar su voto en estos momentos decisivos de la República; apelamos a su conciencia y patriotismo, no traicionen a México.