Artículo de opinión escrito por Rosa Marta Abascal Olascoaga | Vicepresidenta Nacional de Comunicación de Coparmex | Vía: Reforma
Twitter: @rmabascal
Siempre he creído que la única forma de llegar a una meta, es responsabilizandose del camino y las decisiones que uno toma y sin esperar que “otros” construyan por uno.
Es por ello que me sorprende y preocupa seguir escuchando en el ámbito social, empresarial, político, familiar, que “urge un líder” que “cambie la situación de este país”, como si una sola persona, con una varita mágica, pudiera por propia voluntad y decisión, generar condiciones de crecimiento, de seguridad, de paz, de justicia.
Recuerdo el año 2000, fue fantástico ver a una sociedad que participó y logró una transición democrática en paz a través de un largo camino que llevó años construir y culminó con el voto el 2 de julio. Pero fue decepcionante que una vez que esta transición se llevó a cabo, la sociedad civil en su conjunto, sacó las manos de “la cosa pública” para delegarsela en su totalidad al líder y presidente “todopoderoso” Vicente Fox.
La realidad fue que Fox no era un mago, que necesitaba de todos, los que habían impulsado y los que no había impulsado la transición, para que este país caminara con un rumbo constante, sostenido y trascendente. El resultado fue que aunque hubo algunos avances, no se logró transformar la cultura de participación, eliminar la corrupción, fortalecer la justicia, eliminar la inseguridad y un sinfín de etcéteras.
La vivencia de la democracia no se restringe exclusivamente a salir a votar, por supuesto que es la culminación más visible, pero la participación activa, constante de los ciudadanos es la única forma de lograr la transformacióncultural.
Cada mexicano tenemos el derecho y la responsabilidad de contribuir en la construcción de México participando en la comunidad y dando seguimiento a los asuntos públicos; denunciando y apoyando; fiscalizando y poniendo límites,identificando y denunciando abusos de poder y corrupción. Esto mantiene a los gobernantes claros de que su labor debe ser para servir y no para servirse.
A través de esa participación de todas y todos, vamos construyendo un cambio cultural y social que permea e impregna a todas las generaciones, este cambio tiene como aliado principal a la educación, esencial para comprender cómo funciona la democracia y la trascendencia del actuarde todos y cada uno de los ciudadanos.
Pero para que un cambio cultural sea sostenible y duradero, debe provenir de la sociedad hacia el gobierno, de los ciudadanos hacia aquellos a quienes contrata para que les sirvan. Es la socidad civil el motor de un cambio real y permanente en un país.
En México vivimos un momento crucial en el cual o fortalecemos la democracia y las libertades en unidad o retrocederemos un siglo y seguiremos viviendo la espiral de horror que nos aqueja como nunca: más de 154 mil asesinatos en los últimos 5 años, 85 muertos diariamente.
Para dimensionar esta cifra has una lista de las 100 personas que más importan en tu vida e imagina que en un día, 85 mueren de golpe ó que vas a una sala de cine mediana, con un cupo de 100 personas y de pronto 85 mueren. Pero que estos dos casos se repiten diariamente… Al sentir los números fríos y lejanos, no asimilamos el estado de guerra que vivimos. Esto tiene que cambiar para que cientos de miles de familias dejen padecer esta tragedia.
Estoy convencida de que el líder que necesitamos todos, eres tú, soy yo, somos cada uno, somos todos. Solo en unidad y sin polarización, solo en conjunto y con la verdad como lema; solo con humildad y con responsabilidad, vamos a sacar a este país adelante. Tú y yo somos la esperanza, tú y tu familia, tus amigos, su entorno somos los líderes que México necesita. Participa, denuncia, levanta la voz, observa, cuestiona y luego vota por Amor a tu familia, #porAmorAMéxico