
Artículo de Opinión escrito por Francisco Javier López Díaz Director General de COPARMEX | Vía: @Excelsior
X: @franlodimx
En un mundo cada vez más polarizado y fragmentado, la necesidad de un acuerdo de unidad por México se vuelve no sólo urgente, sino también necesario. Este año representa una oportunidad crucial para forjar un camino hacia la cohesión social y la estabilidad política. Ejemplos históricos de inspiración, por mencionar algunos, los podemos encontrar en los Pactos de la Moncloa, en España, y en el movimiento sindical en Polonia, liderado por Lech Wałęsa, que nos ofrecen lecciones valiosas sobre cómo construir un consenso que trascienda diferencias ideológicas y promueva el bienestar común. Los Pactos de la Moncloa, firmados en 1977, fueron dos acuerdos entre el gobierno español y diversas fuerzas políticas y sociales para establecer un marco de estabilidad tras el periodo de Franco. Por otro lado, el movimiento sindical en Polonia, encabezado por Lech Wałęsa, logró movilizar a millones de trabajadores en la lucha por la libertad y los derechos laborales. Este movimiento no sólo desafió al régimen comunista, sino que también sentó las bases para una transición pacífica hacia la democracia.
Durante este año 2025, México ha enfrentado desafíos complejos, incluyendo la desigualdad social y económica, la violencia y la inseguridad, así como la desconfianza en las instituciones. Además, la polarización política ha creado un ambiente de confrontación que dificulta la búsqueda de soluciones efectivas. Por ello, resulta necesario buscar escenarios de acuerdos de unidad que nos permitan restaurar la confianza en el sistema democrático, disminuir brechas económicas y sociales, fortalecer el sistema de seguridad y contar con instituciones sólidas y efectivas.
Hoy, las tensiones comerciales globales, especialmente las políticas arancelarias impuestas por EU a diversos países, añaden una capa adicional de complejidad a la situación. México, siendo un vecino cercano, se encuentra en una posición vulnerable ante estas políticas, lo que hace aún más urgente la necesidad de unidad interna para enfrentar estos retos.
La construcción de un acuerdo de unidad debe involucrar a todos los actores sociales: sindicatos, organizaciones empresariales, organizaciones de la sociedad civil, academia, iglesias y ciudadanos. Es necesario establecer mesas de diálogo donde se puedan discutir temas económicos, laborales y sociales. Este enfoque permite que distintas voces se expresen y las soluciones beneficien a la mayoría.
Es esencial tomar como referencia modelos exitosos de otros países, como los Consejos Económicos y Sociales en Francia y España, que también ofrecen un marco útil. Estas instituciones promueven la participación de diferentes actores en la formulación de políticas públicas. En México, la creación de un consejo similar podría facilitar la discusión sobre temas esenciales como la economía, la salud y la educación, permitiendo que las decisiones se tomen con base en un consenso amplio.
La narrativa de división, alimentada por discursos polarizadores y tensiones internacionales, puede socavar los esfuerzos por construir un acuerdo de unidad. Es necesario enfrentar esta narrativa con un mensaje de inclusión y colaboración, enfatizando que los desafíos, tanto internos como externos, sólo podrán ser superados mediante el trabajo conjunto y la solidaridad entre los mexicanos.
Un acuerdo de unidad en México debe ser visto como un paso hacia un futuro más inclusivo y próspero. La historia ha demostrado que, cuando las sociedades se unen en torno a un propósito común, pueden superar los obstáculos más difíciles.
Construir un acuerdo de unidad en México es una tarea ambiciosa, pero no imposible. Al aprender de los ejemplos históricos de España y Polonia, y al promover el diálogo inclusivo, es posible forjar un camino hacia la cohesión social y la estabilidad política.
La unidad no es sólo un ideal, sino una necesidad urgente para enfrentar los retos del presente y construir un futuro más esperanzador para todos los mexicanos. La historia nos enseña que, cuando la sociedad se une, puede lograr cambios significativos y duraderos. En este contexto, enfrentar las tensiones externas y la narrativa de división se convierte en parte integral del proceso de unidad que México necesita para avanzar hacia un futuro prometedor. #OpiniónCoparmex