Artículo de opinión escrito por Benito Solís, Presidente del Comité de Propuesta Económica de Coparmex | Vía: @ElFinanciero_Mx
Hace algunos días estuve en este país y pude constatar la fuerte lucha electoral entre los distintos partidos políticos, donde hubo elecciones, en las cuales el partido PSOE no pudo mantener la mayoría para seguir gobernando España. Para continuar en el poder, el presidente actual negoció con los separatistas para conseguir sus votos, lo que algunos piensan, pone en riesgo el actual territorio de esta nación. A pesar de su difícil situación política, cada día es mayor la cantidad de mexicanos que están aquí, en la búsqueda de oportunidades que no encuentran en México, por el difícil entorno que hay en nuestro país. Esto lo demostraron los dos conciertos que tuvo el cantante Luis Miguel el fin de semana pasado, que llenó el estadio Bernabéu en esta ciudad, con la gran cantidad de mexicanos que asistieron.
Estos cambios electorales también ocurren en otras naciones, como sucedió en el Reino Unido el jueves pasado, en donde después de 14 años el Partido Conservador perdió la mayoría del Parlamento, ganando Keir Starmer, del partido Laborista, con el 34 por ciento de los escaños.
Por su parte, en Francia en la segunda vuelta en las elecciones para elegir a los integrantes de la Asamblea Nacional ocurrida el domingo pasado, la coalición llamada Ensemble, que dirige el presidente Emmanuel Macron, pierde la mayoría quedando en segundo lugar. Su posición política se considera de ‘centro’, el cual ha seguido políticas para equilibrar las finanzas públicas, pero las mismas no son atractivas para la población al proponer un mayor esfuerzo y trabajo para los franceses, lo cual no es políticamente atractivo para los votantes.
Por su parte, la coalición de ‘extrema derecha’, denominada Agrupación Nacional y dirigida por Marine Le Pen, con promesas extremas como restringir la permanencia de extranjeros en el país, la revisión de su país de los distintos acuerdos comerciales y políticos con otras naciones, incluso de la Unión Europea y otros más, que había quedado en primer lugar en la primera vuelta electoral, ahora quedó en el tercero.
Al no existir mayoría absoluta de ningún partido se necesitarán largas y difíciles negociaciones para nombrar al nuevo primer ministro y así permitir que se pueda gobernar este país.
Como se puede ver, los candidatos que prometen a los ciudadanos mayores beneficios y sueldos más elevados, menores horas y días de trabajo y otros beneficios más, tienen mayores probabilidades de ganar las elecciones. Sin embargo, las políticas económicas de los últimos años, sobre todo las seguidas para enfrentar los costos asociados en la lucha en contra del covid y los derivados de las diversas luchas bélicas, como son la guerra en Ucrania, así como los adicionales programas sociales para apoyar a las poblaciones, han incrementado de manera sustancial el gasto público y la deuda de los gobiernos.
Estas deudas tenían poco impacto en las finanzas públicas cuando su magnitud era baja y las tasas de interés eran cercanas al cero por ciento. Pero en la actualidad, la situación es diferente cuando su magnitud se ha incrementado y las tasas de interés se han triplicado o incluso más. El caso de Estados Unidos es relevante porque su deuda pública era cercana al 50 por ciento del PIB hace algunas décadas y las tasas de interés eran cercanas a cero y hoy la deuda está arriba del 100 por ciento del PIB y las tasas de interés son superiores al 5 por ciento. Esta situación es parecida a la que tiene nuestro país y dificultará el manejo de las finanzas públicas en los próximos años.
Decisiones como romper acuerdos comerciales, elevar las tasas impositivas a las empresas, contraer el gasto de inversión productiva de los gobiernos o romper el Estado de derecho, como se ha anunciado que se hará en México, agravará el problema del bajo crecimiento de los países y reducirá el poder de compra de la población. Hay que recordar que los gobiernos no crean riqueza, sino solo la transfieren de un sector a otro.