La Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) llevó a cabo el Panel de Agenda Estratégica “#UnDíaSinMujeres: ¿Qué sigue después de la ausencia y la exigencia?”, en la que participaron como invitadas: la politóloga, columnista y activista, Denise Dresser Guerra; además de Mónica Aspe Bernal, vicepresidenta de Asuntos Externos y Comunicación de AT&T México; y de, Soraya Pérez Munguía, diputada federal por la Tercera Circunscripción en la LXIV Legislatura.
En la COPARMEX estamos convencidas y convencidos de que la máxima participación de la mujer en todas las esferas, en igualdad de condiciones con el hombre, es indispensable para el desarrollo pleno y completo del país. Por ello hacemos un llamado para que todo el sector empresarial asuma su rol en erradicar la desigualdad de género en el ámbito laboral y económico.
“Para la COPARMEX el tema de la igualdad de género no es un tema nuevo, por eso me da mucho gusto que en esta ocasión tengamos la oportunidad de realizar una reflexión profunda de qué sigue después del 8 y 9 de marzo, que fueron un inicio, un parteaguas, pero lo relevante es lo que se puede construir a partir de ahí”, indicó Gustavo A. De Hoyos Walther, presidente nacional de la Confederación Patronal.
“Cuando las mujeres prosperan, prospera la economía, y si ustedes los empresarios ponen a la mujer en el centro, no sólo es un tema de justicia social, sino es un tema de rentabilidad y de eficiencia. Hay muchísimos estudios que demuestran que la incorporación de la mujer en la vida productiva está directamente relacionado también con la innovación, con la transparencia y con la rendición de cuentas. Entonces es un ganar-ganar, si como parte de su estrategia incorporan la diversidad y la inclusión consciente en la vida activa de sus empresas”, señaló la diputada Pérez Munguía.
“Hay que aprender de estos movimientos, que a veces a las mujeres líderes, a las mujeres que hemos tenido este oportunidades, que hemos sido exitosas en nuestros ámbitos, nos enfocamos mucho en el ‘techo de cristal’, y es importante, porque tenemos que ser reconocidas por nuestros talentos y nuestros méritos, para participar en posiciones muy importantes”, dijo en su turno Aspe Bernal.
“Pero también nos tenemos que acordar que el grueso de las mujeres no están rompiendo el ‘techo de cristal’, están recogiendo los pedazos. El grueso de las mujeres están buscando oportunidades, buscando una independencia económica, de una vida más segura, y que un movimiento de mujeres a favor de la igualdad, tiene que empezar por reconocer que hay otras desigualdades en nuestra sociedad […] que hay muchas capas de desigualdad y tenemos que ver más allá de nuestro contexto inmediato, y de las injusticias que hemos vivido las mujeres que hemos sido más privilegiadas en nuestra sociedad”, señaló la directiva de AT&T México.
El movimiento de mujeres se trató de ser “disruptivas, para inaugurar una nueva forma de entender, tratar, hablar y relacionarse con las mujeres”, dijo Dresser Guerra, quien abundó que marcharon de forma genuina, sin manipulación, o consigna para “golpear al Gobierno”, sino para que su voz sea escuchada en el ámbito público, “porque a las mujeres de este país las están matando, violentando, humillando, ignorando, subestimando y no las están convocando”.
A las mujeres, dijo la escritora y activista, “buscan silenciarnos, domesticarnos, darnos instrucciones de cómo y cuándo es legítimo expresar el enojo y la rabia. Marchamos para remontar esos prejuicios, para cuestionar esas omisiones, para que los miembros del Estado Mexicano y los empresarios, escuchen, reaccionen, empaticen, si no saben qué hacer en sus empresas después de las marchas, después del #MeToo, después de todo lo que se ha debatido, entonces no saben qué hacer con las mujeres”.
“Marchamos para que los conservadores en los partidos, en las empresas, comprendan que una mujer que no controla su fertilidad, no controla nada. Marchamos para que comiencen a mirar el mundo a través de una perspectiva de género, para que los hombres que no entienden, comiencen a ver los apuntalamientos culturales de la misoginia y el machismo. Marché, como muchas, para hacer con nuestra ausencia, visible nuestra presencia, para recalcarles que la masculinidad está definida por cómo tratas a una mujer en todo momento”, recalcó la politóloga.
“Es posible otro México que no condene a sus mujeres a la exclusión, al feminicidio, al maltrato, al acoso laboral, al acoso sexual, y a esas formas cotidianas de micromachismos, en las cuales participan hombres de todas las clases sociales, y en todas las empresas, y en todos los ámbitos, sin darse cuenta. Entonces: ¿qué sigue después de la ausencia y después de la exigencia?, otra forma de educar, de pensar y de actuar. Espero que todos los hombres nos acompañen, para encontrar nuestro lugar, que es el de ser humano”, abundó Dresser Guerra.
El Panel de Agenda Estratégica “#UnDíaSinMujeres: ¿Qué sigue después de la ausencia y la exigencia?”, fue moderada por Leonor Quiroz Carrillo, consejera delegada de Igualdad, Inclusión y Transparencia de la COPARMEX Nacional, quien afirmó que la Confederación Patronal es el organismo empresarial que mantiene vigente el mayor compromiso en torno a la inclusión y la igualdad de oportunidades.
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