Artículo escrito por: Carlos Aurelio Hernández González, Vicepresidente de la Comisión Nacional de Energía Coparmex, vía Mundo Ejecutivo.
Las pérdidas de transmitir y distribuir la energía eléctrica se dividen en dos: las técnicas que es la que se pierde por conducir la electricidad en el sistema, similar a arrojar un hielo y la línea de agua que queda por la fricción, y las no técnicas que son en su mayoría robos de energía.
Para el periodo 2018-2022 se estima que las pérdidas no técnicas totales representaron en promedio 7 mil 039.11 millones de pesos (mdp). En 2021 con datos de CFE el robo de energía fue de 15 mil 862 GW/h anuales o lo equivalente a una central eléctrica de mil 810 MW prendida 24/7 los 365 días del año.
Datos del PRODESEN 2019-2022 dicen en promedio hay 45.05 millones de usuarios del sistema eléctrico para 2018-2022.
Cada recibo de energía eléctrica del país le toca en promedio pagar 156.25 pesos anualmente por las pérdidas del sistema y por robo de energía eléctrica.
Hablemos de consumo de electricidad.
Con datos del PRODESEN 2021, en el periodo 2020 se tuvo un consumo residencial de 27.1% del consumo nacional anual de electricidad y la cantidad total de usuarios residencial representó el 89% del total nacional es decir en promedio para 2018-2022 un total de 40.09 millones de hogares.
Si se multiplica por la cuantificación de clase media publicada por el Inegi para el periodo 2010-2020, el total de los hogares en la clase baja correspondió al 56.5% a nivel nacional. La cantidad de usuarios de energía eléctrica que pertenece a la clase baja en México son 23.5 millones.
Si se divide el total del consumo residencial entre los usuarios residenciales a cada hogar mexicano le tocó pagar 51.12 pesos. La tarifa más económica de CFE básicos a diciembre 2022 es de 0.927 por kilowatt hora (KW/h) y se estima un consumo mensual de 140 KW/h, suponiendo que consume mensualmente el 100% de su contrato quiere decir que a dicho le cuesta 3.28% anual en promedio o el 40% sobre un mes del recibo de luz.
Los 23.5 millones de usuarios de energía eléctrica de clase baja son los más afectados al pagar arriba de la mitad de las pérdidas en comparación con su ingreso.
El robo se da de dos fuentes, en baja tensión con los famosos diablitos o acometidas “colgadas” para obtener más energía eléctrica mientras sus medidores reportan menos. La segunda en media tensión que se conectan directamente a la red de distribución, y ha habido un boom en los “cryptomineros” que por optimizar su ganancia se arriesgan a un pago ficticio y menor de la luz sin estar dados de alta como usuarios.
Uso responsable.
Cualquier empresa que sea socialmente responsable debe de tener un consumo de energía eléctrica responsable en cumplimiento con la normativa vigente el Código de Red 2.0. Las empresas deben de cuidar la seguridad y protección de sus colaboradores.
Las medidas que se pueden aplicar como solución al robo de energía son dos, aumentar la probabilidad de atrapar a quienes roban y a quienes lo consienten dentro de la CFE y aumentar el castigo por el robo. México debe de normalizar que no es ético ni correcto el robo de energía eléctrica, que afecta a quienes menos tienen.
Coparmex impulsa en sus socios la Responsabilidad Social Empresarial y uno de sus objetivos es un consumo responsable y limpio de energía eléctrica de hogares y PYMES que representa. Sólo la suma de esfuerzos empresarios, sociedad civil, academia y gobierno se lograrán esquemas que prevengan y corrijan el robo de energía eléctrica.