
Artículo de opinión escrito por Jorge Peñúñuri Pantoja, Presidente de la Comisión Nacional de Seguridad y Justicia de Coparmex| Vía: @Excelsior
El pasado lunes 19 de mayo vivimos un histórico encuentro entre los diversos organismos que congregan a la mayor fuerza de trabajadores y empresas, con el único fin de un bien común: por un México mejor.
Como sociedad civil, como organizaciones, pero sobre todo como ciudadanos, nos encontramos frente a grandes retos en nuestro país. Estos retos se han generado por diversas acciones que los gobiernos han realizado de forma unilateral, sin un diálogo profundo y sincero.
La imposición de políticas públicas, de reformas a la Constitución y legislaciones secundarias, así como la eliminación de diversos contrapesos creados a lo largo del tiempo —no perfectos, pero perfectibles—, han traído como consecuencia la erosión de la democracia y el debilitamiento del Estado de derecho.
Lo anterior, aunado a la creciente inseguridad e impunidad con la que actúan los delincuentes y grupos criminales, ha dado lugar al incremento en la violencia. Ejemplo de ello son los hechos ocurridos el martes, en los que atentaron contra la vida de dos personas del equipo cercano de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, a quien enviamos un abrazo solidario y nos unimos a la pena que embarga a la familia y amigos de Ximena Guzmán y José Muñoz.
Desde la Confederación rechazamos tajantemente la violencia y los discursos de odio que dividen a nuestra sociedad. La unión por objetivos comunes, como la seguridad, debe ser un camino que los actuales gobiernos, tanto locales como federal, deben priorizar.
En el ejercicio efectuado el lunes pasado pudimos ser testigos de que la voluntad rebasa obstáculos, fronteras, objetivos y colores. En esta ocasión, nuestra voluntad tuvo como fin la unión por el mejoramiento de las condiciones laborales, con trabajo digno, acceso universal a salud, educación y seguridad social, la disminución de la informalidad laboral y la creación de empleos bien remunerados.
Éste es el inicio de una ardua labor de ciudadanos que buscan una certeza jurídica, que por lo menos se ha extraviado en los últimos años; por un Estado de derecho, una real separación de poderes y una unión tripartita.
Mediante la creación de este Consejo, en términos económicos y de sustentabilidad, se hace necesario caminar por agendas de seguridad, Estado de derecho, desarrollo y equilibrio ecológico, que contribuyan a una economía más sólida para el sector empleador y para los trabajadores, que redunde en un impacto social para bien de nuestro país.