Artículo de opinión escrito por: José Medina Mora Icaza, Presidente Nacional de Coparmex | Vía Reforma
Twitter:@JoseMedinaMora
El Paquete económico para el ejercicio fiscal 2024 presentado a inicios de septiembre por la Secretaría de Hacienda plantea diversos escenarios que es necesario revisar, sobre todo del presupuesto, ahora que está en discusión en el Congreso.
Por un lado, los escenarios optimistas radican en los supuestos macroeconómicos: se contempla un crecimiento entre 2.5% y 3.5%, superior al que plantean diversos especialistas, también es optimista el pronóstico de producción de barriles diarios de Pemex, mientras que el planteamiento de inflación es realista. Además, no se crean ni se aumentan impuestos.
Por otro lado, los escenarios preocupantes se ubican en primera instancia en el déficit de 1.7 billones de pesos, que resultaría de un gasto de 9 billones de pesos, por 7.3 billones de ingresos, el cual sería el déficit más alto del sexenio y el más elevado como porcentaje del PIB desde el año 1988. Este déficit implicaría una mayor contratación de deuda que pasaría de 45.6% a 48.8% sobre el PIB.
Al respecto, las calificadoras y mercados internacionales que han reconocido la prudencia fiscal que ha tenido el actual gobierno federal, podrían modificar su opinión pues se han mostrado sorprendidas con la propuesta, y de acuerdo con diversos especialistas, es importante cuidar la deuda, no heredar responsabilidades insostenibles a las futuras generaciones, así como revisar el esquema de pensiones y la recaudación.
Entre lo que más preocupa es que la seguridad, la salud y la educación no reciben en el presupuesto la priorización que requieren. Respecto al presupuesto de seguridad, el aumento a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana es mínimo cuando los estados requieren fortalecer sus policías municipales y estatales, mientras que la SEDENA y la Marina reciben aumentos mayores al 50%, siguiendo con el enfoque de militarización.
En cuanto a educación y salud, el presupuesto no atiende las necesidades de acceso universal ni de calidad, tampoco la reducción del rezago educativo, a pesar de que ambas aumentaron sus carencias de 2020 a 2022 de acuerdo con el Coneval: en salud el aumento contemplado es de 5.9% pero tres cuartas partes se destinarían al IMSS, con un alcance muy limitado del costo y cobertura por persona; en educación el gasto aumentaría 2.7%,pero el 85.5% se destinaría a nómina, quedando poco margen para fortalecer otros rubros claves como la educación inicial y las nuevas tecnologías. En ambos casos, los presupuestos son menores a lo sugerido internacionalmente.
Otros escenarios de alertas están en que se reduce el gasto en inversión pública un 11% (y el que se contempla es sobre todo para proyectos del sexenio como el Tren Maya).
En Coparmex, consideramos que la discusión y apertura legislativa son claves para poder aprobar un Paquete económico y un presupuesto 2024 que contemple los requerimientos del país para crecer de manera sostenida, fortalecer nuestra democracia y atender nuestros desafíos más apremiantes, sin deuda.
Es indispensable lograr un presupuesto que priorice la seguridad, la salud y la educación, poniendo al centro las necesidades de las personas. Además, es muy importante que no se reduzcan el presupuesto del Poder Judicial ni de organismos constitucionales autónomos como el INE y el INAI, para que el presupuesto no sea un instrumento para limitar instituciones. Y por supuesto, deben analizarse todos los riesgos que implican el déficit y el endeudamiento planteados.
Llamamos a los legisladores a aprobar un presupuesto que atienda los desafíos mas apremiantes, no condicione el futuro del país, y nos encamine hacia un México con Desarrollo Inclusivo, donde nadie se quede atrás.