Articulo de opinión escrito por Gustavo Almaráz Petrie, Presidente del comité de estrategia pública de COPARMEX | vía El Heraldo de México
Twitter: @gustavoalmarazp
El 1° de septiembre inicia una nueva legislatura en el Congreso, con múltiples desafíos que pondrán a prueba la capacidad de negociación, la experiencia legislativa y la pericia política de los diputados federales que se integran a la LXV legislatura que acompañará al Presidente de la República en su intención por concretar su proyecto de Cuarta Transformación durante los siguientes tres años de gobierno, con toda la responsabilidad que ello implica.
MORENA no tiene mayoría calificada para hacer cambios constitucionales y requiere de alianzas con la oposición en la Cámara de Diputados. Varios legisladores han sido reelectos, por lo que esta legislatura tendrá perfiles con más experiencia, con cuadros de impacto nacional en la oposición, de ahí que la capacidad de convenir ciertos acuerdos será fundamental.
La dinámica política que presenciamos en las convocatorias a periodos extraordinarios es de una polarización profunda, rupturas y reconfiguración de grupos, en todos los partidos. A partir de la dinámica legislativa de los siguientes meses se evaluará la capacidad de mantener cohesión en las alianzas establecidas en la elección de junio pasado.
El primer reto será la configuración de las comisiones, donde MORENA tendrá un mayor número de ellas, debido al porcentaje de representación que tiene en la Cámara de Diputados; sin embargo, las comisiones de Economía, Energía, Salud, Puntos Constitucionales, Hacienda serán estratégicas. Además, se requerirá garantizar paridad de género en su integración y órganos directivos, considerando, por ejemplo, que la Junta de Coordinación Política -máximo órgano de concertación- estará integrada solo por hombres.
El siguiente reto será la negociación con la Secretaría de Hacienda del Paquete Económico, incluyendo el Presupuesto 2022, en un contexto de recursos públicos limitados y la falta de una reforma fiscal integral.
Los temas más apremiantes son aquéllos relacionados con la reactivación económica en un contexto de una “tercera ola” de contagios de COVID-19, que demandará iniciativas y leyes que simplifiquen y favorezcan el ambiente de negocios. También será fundamental que se alcancen los acuerdos para garantizar la defensa de la autonomía de los órganos constitucionales autónomos, además de una contrarreforma judicial que garantice su independencia y fortalezca su capacidad como contrapeso institucional.
Los alcances de la legislatura también se medirán en la capacidad de establecer una correcta reglamentación de la reforma constitucional de revocación de mandato, fundamental en caso de proceder la consulta que se llevará a cabo el próximo año. Una reforma electoral que sea garante del fortalecimiento institucional y democrático, para tener una transición pacífica en 2024.
Estos retos, más los que se determinen en las agendas durante las reuniones plenarias, serán definitivos para el futuro económico, político e institucional de nuestro país.
Hoy más que nunca, la actividad parlamentaria debe ser revalorada y los legisladores deberán replantear su relación con la ciudadanía, recordando que la reelección es un instrumento para evaluar su desempeño en la elección de 2024. #OpiniónCoparmex