Artículo escrito por José Alberto Castro Vera, Presidente del Comité de Propuesta Política de Coparmex vía El Sol de México.
Twitter: @joseACV7
-El país requiere buen orden, salud y confianza
El filósofo italiano Antonio Labriola decía: “Si comprender es superar, superar es sobre todo haber comprendido.” A dos años del gobierno federal en turno y a seis meses de la pandemia, ha quedado comprendido que México demanda buen orden, salud y confianza, pero de manera recurrente.
El impacto social, económico y político por el COVID-19 ha sido tan profundo para el país que para poder dimensionarlo es necesario reconocer que vivimos por analogía en “estado de guerra”. Eso significa que las relaciones sociales, políticas y económicas han sido alteradas.
En situaciones ordinarias, dichas relaciones operan a través de las relaciones humanas pero, sobre todo, de la recursividad; es decir, se sustentan en pautas recurrentes. Eso permite que las relaciones se repliquen y sean predecibles.
En situaciones de extraordinarias -como las que hoy vivimos- dichas relaciones son disruptadas. De ahí que el futuro de México pasa por la recursividad en tres relaciones críticas.
Primero, en materia de relaciones políticas, lo que la nación demanda es buen orden. Las relaciones en el ámbito de la cosa pública son las que cristalizan en la figura del Estado. La política es una praxis en torno al poder y su objetivo último es unir a la sociedad y durar en el tiempo. Sin embargo, el clima de animadversión así como el regreso al centralismo político y hacendario con el que el presidente López Obrador ha envuelto al país, resulta por demás lejano al buen orden o eutaxia, como lo llamaban los griegos.
En segundo término, en materia de relaciones médicas, lo que la nación exige es salud. Esta es la variable que ha emergido por la pandemia, cuya figura es el cuerpo y la capacidad para mantenerlo vivo. Sin embargo, ignorando lo que experiencias pasadas e indicaciones de especialistas internacionales señalan no es la manera de domar la pandemia. El uso de cubreboca, la aplicación masiva de pruebas y rastreabilidad de casos es lo que el gobierno federal debió de haber implementado desde un inicio. La pandemia nos ha demostrado que sin una gestión adecuada de la salud, la siguiente tercer relación no es sostenible.
Finalmente, en materia de relaciones económicas, lo que el país requiere es confianza. Sin embargo, esta no cristalizará con un Presidente de la república que destruye proyectos tractores, vulnera contratos y permite la interrupción férrea y carretera. La variable crítica de la empresa es su capacidad autoreguladora para mantenerse viva. Y eso demanda confianza pues, como advierte el economista, Karl Sigmund, si la confianza en los contratos se rompe, lo mismo le sucede la economía porque ésta se sustenta en certidumbre.
Para superar la sozobra política, médica y económica que estamos viviendo, la nación demanda buen orden, salud y confianza.
Comprenderlo nos permitirá superarla.
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