Artículo escrito por José Luis Coindreau García, expresidente nacional Coparmex vía El Financiero
No quisiera perder el tiempo del lector en repasar todos los atropellos que estamos sufriendo bajo la Presidencia de López Obrador. Tampoco quisiera volver a cuantificar los daños que le ha hecho a nuestra población más pobre. Sale sobrando también mencionar los errores en el destino de las inversiones que estamos haciendo en ferrocarriles, aeropuertos, refinerías y otras cosas. Tampoco quiero entrar en los errores que se han cometido en nuestras relaciones internacionales, algunas de las cuales solo afectan importantes inversiones y otras nuestro prestigio como nación latinoamericana de vanguardia. No quiero entrar en estos y otros problemas porque ya están muy bien analizados por especialistas en los diversos temas.
Hemos leído verdaderos análisis realizados por expertos en temas políticos, sociales, económicos, humanos y de corrupción que serían suficientes a la vista de cualquier mandatario para analizar y tomar decisiones acertadas que compusieran el rumbo. No, lo que quiero es levantar la mirada y ser capaces de ver más allá de lo que está pasando y de lo que nos espera, para empezar desde ya a trabajar en soluciones en el mediano y largo plazo.
Con el fin de hacer algo para evitar el desplome del país propongo las siguientes acciones:
1. Dedicar parte del esfuerzo de la sociedad a publicitar el daño que estamos sufriendo las familias mexicanas por las decisiones del gobierno. Algunos pensarán que ya está suficientemente conocido por todos, pero yo sostengo que a la gente que más ha dañado no le queda claro que es culpa de un mal gobierno. Perdió la chamba tu papá, o tu mamá, o tu hermano o esposo… es culpa de los ricos. Después de todo el buen presidente me regala mil 925 pesos mensuales sin hacer nada.
Necesitamos hablarles en su idioma, frente a frente, del jefe a sus dependientes, del dueño a sus empleados, hacerlo un tema de conversación entre ellos hasta que ellos se convenzan de que antes estaban mejor, no porque los FIFIS manejaban la economía, NO, sino porque las cosas se manejaban con sensatez y buen juicio.
Esto tiene que ser un esfuerzo personal, de cada uno de nosotros ante los demás, sean nuestros trabajadores, o sea el que nos atiende en el mercado o en la gasolinería o en la tienda de la esquina o al que nos tocó al lado en la cola de la vacunación. Hagámoslo un tema popular en boca de todos.
2. Actuar políticamente con cordura, oportunidad e inteligencia. Pensar que todos los que se dicen de Morena coinciden con lo que está pasando es un grave error, por ahí tenemos que empezar. Encontrar los disidentes internos, las grietas en las piedras monolíticas y dialogar con apertura y respeto con el fin de averiguar qué tan creyentes son o fueron. Encontraremos con frecuencia gente que está esperando que alguien les tienda una mano, no para atenderlos sino para acompañarlos y que sepan que no están solos y qué hay mucho por hacer con un nuevo gobierno. Lo mismo diría de los que pertenecen a un partido, convencerlos que unidos somos más fuertes y qué hay que encontrar las cosas que nos unen y no las diferencias que nos apartan.
3. Buscar desde hoy los líderes que han de conducir el retorno del país a la senda del progreso para que los partidos políticos los escojan como candidatos, por encima de sus cotos de poder internos, ante la urgencia de evitar que los preferidos del Presidente, que no serán los que Morena quiera, dominen el terreno electoral. Basta con voltear a nuestro derredor, levantar la mirada y encontraremos miles de ciudadanos dispuestos a entrarle al rescate del país y cientos de miles más dispuestos a respaldarlos en las urnas. Desde candidatos para alcaldes, diputados estatales, federales, senadores y por supuesto Presidencia de la República, nos urge empezar a proyectarlos.
4. Desde hoy formar un grupo de expertos que diseñen las políticas del próximo gobierno. Nos urgen programas creativos y novedosos que atiendan asuntos de salud, que incentiven a las empresas, grandes y pequeñas a crear empleos que fortalezcan la estructura institucional y que atiendan asuntos de seguridad.
De estos cuatro temas fundamentales sobran ejemplos exitosos aquí mismo en México y en muchos países del mundo que han logrado salir del estancamiento socioeconómico para alcanzar niveles admirables de desarrollo.
Mientras tanto, hagamos nuestro trabajo, ignoremos las estrategias de distracción que este gobierno seguirá manejando y dediquemos nuestro tiempo y talento a rediseñar el México que merecemos todos los mexicanos.