
Artículo de Opinión escrito por: Armando Zúñiga Salinas | Vicepresidente de Comunicación de Coparmex Nacional | Vía: @laprensaoem
Hace unos días participé en el Seminario Nacional de Formación de Presidentes y Directores de COPARMEX, en Los Cabos. Un evento importantísimo que permite conocer, observar y descubrir la actualidad de los miembros de nuestra Confederación.
Más allá de las conferencias, estos espacios dejan una enseñanza clara: el empresario de hoy no puede limitarse a hacer negocios; tiene la responsabilidad de construir país, el Mèxico que todos deseamos.
En ese sentido, las palabras de nuestro presidente nacional, Juan José Sierra Álvarez, marcaron el tono del encuentro: “Hoy más que nunca necesitamos liderazgos que trasciendan lo económico y asuman un verdadero compromiso con el bien común.” Esa es, precisamente, la ruta que debemos seguir como empresarios en el México actual.
Los tiempos que vivimos exigen mucho más que buenos resultados financieros. Exigen liderazgo, compromiso y una visión de largo plazo. Generar empleos, invertir, pagar impuestos y aportar al crecimiento económico son apenas la base. El verdadero reto está en impulsar el bienestar colectivo y defender los valores que permiten que las empresas prosperen.
Durante el seminario analizamos temas de fondo: la situación económica, el impacto de las reformas que se discuten en el Congreso, el riesgo que implica debilitar al Poder Judicial y la necesidad de contar con instituciones sólidas que den confianza a quienes invierten y generan empleo. Sin certeza jurídica, no hay inversión; sin Estado de Derecho, no hay desarrollo sostenible.
Otro punto central fue el papel de las micro, pequeñas y medianas empresas. Las MiPyMEs no son un sector más: representan el 99% de las empresas en el país y generan la mayoría de los empleos. Si a ellas les va bien, a México le va bien. Por eso, es fundamental seguir impulsando políticas públicas que faciliten su crecimiento, acceso a financiamiento, capacitación y digitalización.
La inteligencia artificial también fue tema de discusión. Las tecnologías emergentes ofrecen grandes oportunidades para mejorar la productividad, optimizar procesos y abrir nuevos mercados. Pero también representan un reto para aquellas empresas que aún no han iniciado este proceso de transformación. Adaptarse no es opcional, es una condición para seguir siendo competitivos.
Me quedo con una conclusión clara: México necesita empresarios mejor preparados, informados y unidos. La formación continua es una inversión estratégica, no un gasto. Los desafíos son grandes, pero las oportunidades también lo son si sabemos trabajar juntos, defender nuestras instituciones y mantener el foco en el largo plazo.
Hoy más que nunca, el liderazgo empresarial debe tener un propósito: hacer de nuestras empresas un instrumento real de desarrollo para el país.
De salida
Para concluir, quiero comentarle que acudí al VIII Congreso Iberoamericano del Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI), celebrado del 2 al 4 de junio en Sevilla, España, evento que reunió a más de 500 líderes empresariales de 20 países, consolidándose como uno de los foros más relevantes para el fortalecimiento de los vínculos entre Europa y América Latina.
Durante el evento, se entregó el premio al Emprendimiento “Don Valentín Diez Morodo”, cuya ganadora fue la Mexicana María Fernanda Espinosa, de 35 años de edad, cofundadora de Deli Life Wellnes, empresa enfocada en transformar la cultura laboral a través de programas personalizados de salud y bienestar. Fundada en 2016 por cuatro mujeres y madres emprendedoras, Deli Life ha generado 50 empleos directos y proyecta ingresos de 1.5 millones de dólares para finales de 2025.