Articulo de opinión escrito por Fernando A. Treviño Núñez, presidente de Coparmex Puebla | vía Grupo Mundo Ejecutivo
Twitter: @fernandotrevino
Desde septiembre de 2020 dio inicio el proceso electoral más grande de nuestro país. Bajo el liderazgo del Instituto Nacional Electoral y los Institutos Electorales Estatales, se planeó y llevó a cabo una elección histórica en la que se eligieron más de 20 mil cargos de elección popular a lo largo y ancho de México.
El 6 de junio los mexicanos nos dimos cita para elegir gubernaturas, diputaciones locales y federales, alcaldías y todos los cargos de regidurías y sindicaturas que las acompañan.
Con los resultados arrojados por el PREP (Programa de Resultados Electorales Preliminares), mucho se habla sobre vencedores y vencidos, se observan opiniones acerca el partido en el poder y si en verdad: “se puede perder lo que no se ha tiene” respecto a la mayoría calificada en la Cámara de Diputados o si los partidos de oposición tuvieron una victoria sin haber alcanzado el objetivo que tenían de recuperar el Congreso como contrapeso al Poder Ejecutivo.
Ciertamente son posturas casi absolutas que no dan espacio a los matices y claroscuros que existen en la política y en la configuración que hoy resulta de la elección. En verdad lo que podemos constatar es que Morena y sus aliados retrocedieron un poco y que la oposición, claramente desarticulada y con poca propuesta (salvo algunas destacadas excepciones), ha recuperado espacios.
Lecciones del 6 de junio
- El PVEM se convierte en el más relevante en la Cámara de Diputados, lo cual podría significar un riesgo conociendo su historial de venderse al mejor postor. Sin embargo, será el partido bisagra que permita la aprobación de la agenda regresiva y centralizadora de MORENA y sus aliados, o un ejercicio legislativo de pesos y contrapesos. En este punto, debemos fortalecer la exigencia hacia el Partido Verde “Ecologista” de México, para frenar el despilfarro de recursos económicos para la destrucción de recursos naturales con los proyectos de Dos Bocas y el Tren Maya.
- Para los próximos seis años, seis estados contarán con gobernadoras. En el caso de los estados en los que llegarán al cargo abanderadas por Morena (5), es momento de exigir la promoción de la seguridad de las mujeres y su participación en lo social, político y económico, pues no ha habido acción alguna en este sentido desde que llegó al cargo el presidente Andrés Manuel López Obrador. Por su parte, la única mujer que llegó a una gubernatura por partidos de la oposición, tendrá que demostrar que su propuesta en materia de género es sólida y viable, y sus gobernados deberán mantener el dedo en el renglón para que se cumpla, sobre todo al tratarse de un estado con una herida tan grande hacia las mujeres como lo es Chihuahua.
- Querétaro se consolida como el bastión de la oposición (PAN), pues lograron conservar la gubernatura y quedarse con todas las diputaciones federales y locales, además de 14 de los 18 municipios del estado; por lo que no hay más, o hacen bien su trabajo o terminarán por confirmar que son lo mismo que todos. Esperemos que cumplan con el encargo eficientemente.
- Por su parte, la Ciudad de México, bastión del Presidente desde hace más de 20 años, ha mostrado un resultado bastante interesante, pues la mayoría de las alcaldías fueron ganadas por la oposición.
- Una de las mejores noticias que tendremos a partir de esta elección es la pérdida de registro a nivel nacional de 3 partidos políticos que no tenían otro objetivo más que hacerle el caldo gordo al Presidente con sus iniciativas: PES, Fuerza X México y Redes Sociales Progresistas.
Conclusiones
Como les comentaba antes, la visión de “un solo ganador y un solo perdedor” es difícil de ver cuando hacemos el recuento de los resultados, diría que incluso es irresponsable plantear únicamente esos dos escenarios. Por eso, lo que yo creo, y lo digo porque fui parte y testigo de ello, es que los verdaderos ganadores de esta contienda sin precedentes, somos nosotros.
Sí, tú y yo, la ciudadanía que superó el 52% de participación y nuestras instituciones, que garantizan nuestros derechos. Y digo “nuestras” porque al INE lo hemos construido con la participación y sacrificio de muchos, y cada proceso electoral lo hacemos más fuerte cuando nuestros vecinos o nosotros mismos acudimos a su llamado para ser parte del ejército ciudadano de funcionarios de casilla.
También cuando nos sumamos, capacitamos y acreditamos como observadores electorales. El INE lo hacemos nosotros y a través del esfuerzo de todos es que logramos garantizar nuestros derechos y promover nuestra democracia.
Lo que tú y yo hicimos, lo que hicieron tu familia y amistades, lo que hicieron los que por primera vez acudieron a las urnas y lo que hicieron los veteranos de tantas batallas democráticas al salir a votar y ser parte de los más de 48 millones de ciudadanos que plasmaron su decisión y libertad en las boletas el pasado 6 de junio… ¡eso es la verdadera victoria del 2021!
Porque a pesar de la polarización, a pesar de una pandemia que no cede, a pesar del hartazgo sobre los partidos políticos y a pesar de las innumerables razones (excusas) que podríamos haber usado para pensar que nuestro voto no valdría o no cambiaría nada, el pasado 6 de junio salimos y ejercimos nuestro derecho con libertad.
La verdadera victoria en la elección fue nuestra
Y que ningún partido político quiera colgarse la medalla. El nivel de participación que alcanzamos, no fue por las grandes propuestas de la oposición o del partido en el poder; superamos el 50% de participación gracias a la movilización de las organizaciones de la sociedad civil que se apostaron a promover el voto reflexivo y crítico por lo que creyéramos que fuera mejor para México.
No votamos por un partido en específico, votamos contra el poder absoluto y centralizado. No votamos por darle espacio a nuevos perfiles (que ni hubo), votamos para botar a esos que prometieron un cambio y que en realidad han replicado las peores prácticas de los peores tiempos.
El domingo 6 de junio dimos el primer paso para recuperar a nuestro país y encaminarlo hacia lo que queremos. Y estoy seguro de que seguiremos caminando juntos para exigir a los “ganadores” que hagan el trabajo que los mexicanos merecemos.