
Artículo de Opinión escrito por Carlos Villaseñor Franco | Vicepresidente de Finanzas en Coparmex| Vía @altonivel
X: @CarlosD_VF
La reciente publicación de los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2024 ha traído consigo una noticia alentadora para el país: la reducción de los índices de pobreza.
Este dato, que sin duda celebra los esfuerzos del Estado a través de diversos programas sociales, revela una historia más profunda y poderosa sobre el motor de cambio que realmente está transformando la vida de las familias mexicanas. El análisis detallado de la ENIGH 2024 nos invita a mirar más allá y reconocer la fuerza fundamental del crecimiento de los ingresos por empleo.
No se trata de restar mérito a las políticas públicas de apoyo, que han demostrado ser un salvavidas en momentos de vulnerabilidad. Se trata de entender que la vía más sólida y sostenible para avanzar en la reducción de la pobreza y la desigualdad es a través del crecimiento económico inclusivo.
Este concepto, que a menudo se menciona en los foros de expertos, se materializa en la capacidad de las empresas —desde las pequeñas y medianas hasta las grandes corporaciones— para generar empleos formales, productivos y con ingreso digno.
Las empresas no son solo entes económicos: son pilares sociales que construyen comunidades, fomentan el desarrollo de habilidades y, lo más importante, empoderan a las personas.
Un empleo con un salario justo, prestaciones de ley y la oportunidad de crecimiento no solo provee los medios para cubrir las necesidades básicas, sino que también otorga dignidad, estabilidad y la capacidad de planificar un futuro mejor para las familias. Es a través del trabajo productivo que se rompen los ciclos de pobreza generacional, brindando a cada individuo la oportunidad de ser parte activa de la prosperidad nacional.
El informe de la ENIGH 2024 demuestra con claridad que la combinación de una economía robusta y la capacidad del sector privado para generar oportunidades laborales de calidad es el camino más rápido y eficiente para combatir la desigualdad. Cuando una persona obtiene un empleo bien remunerado, no solo aumenta su ingreso, sino que también se integra a la economía formal, contribuye a la seguridad social y se convierte en un actor de consumo que fortalece el mercado interno. Es un círculo virtuoso que beneficia a todos.
Por ello, la lección que nos deja la ENIGH 2024 es que el futuro de la política social y económica del país debe basarse en un equilibrio. Los programas sociales son cruciales, pero deben verse como un complemento a una estrategia que priorice el fortalecimiento del sector privado y la inversión en la productividad.
En COPARMEX lo tenemos claro: es imperativo que el gobierno y las empresas colaboren en la creación de un entorno que fomente la inversión, la innovación y, sobre todo, la multiplicación de empleos con ingreso digno. Solo así podremos construir un México con menos desigualdad y con oportunidades reales y duraderas para cada uno de sus ciudadanos.