
Artículo de Opinión escrito por: Jorge Luis Camacho Ortega | Consejero Nacional de Coparmex | Vía:@Forbes_Mexico.
El partido que hoy gobierna México no llegó por la fuerza. Llegó por el voto, sí, pero también por el silencio, por la indiferencia, por la renuncia de muchos a pensar, a cuestionar y a defender lo que importa. Hoy se gobierna privilegiando la ideología sobre el bien común, sobre el análisis, la razón y el sentido común. Y esa ideología —con sus dogmas, sus lealtades ciegas y su desprecio por la ley— amenaza con adueñarse del país.
No es exageración. Cuando el Congreso se convierte en oficialía de partes, cuando los organismos autónomos son eliminados o reducidos a comparsas del poder, y cuando se propone elegir jueces por popularidad en lugar de por mérito, no estamos ante una transformación: estamos ante una colonización institucional. Un retorno al siglo pasado, pero con una ideología que abusa, que no escucha, que es autoritaria y que busca perpetuarse.
Lo más alarmante no es lo que hacen quienes detentan el poder, sino lo que no hacen quienes deberían contrarrestarlo. ¿Dónde están los liderazgos que defienden la dignidad humana? ¿Dónde están las voces que promueven el bien común, que defienden la democracia, la justicia y la libertad?
Hoy México carece de referentes éticos cuya voz se escuche con fuerza, enarbolando una narrativa distinta. Una que no se base en la polarización ni en el resentimiento, sino en la responsabilidad, la solidaridad y el respeto por la persona. Una que no divida entre buenos y malos, sino que construya puentes entre ciudadanos libres, hacia una sociedad inclusiva y equitativa.
Ante esa ausencia, la sociedad civil debe despertar. No con discursos tibios ni con llamados a la moderación que solo perpetúan la indiferencia. Debemos despertar con coraje, con convicción y con la certeza de que el país no pertenece a ningún partido ni a ningún grupo de poder. El país es de quienes lo construimos todos los días: desde la familia, la empresa, la academia, el campo y la calle.
Imaginemos por un momento una casa en llamas. Algunos corren, otros observan y muchos simplemente siguen comiendo frente al televisor. Esa casa es México. Y el fuego no se apaga con indiferencia.
Si no actuamos hoy, mañana será tarde. Porque cuando la ideología se convierte en gobierno, y el gobierno en dueño, lo que sigue es la servidumbre.
Pero México no nació para eso. Nacimos para crear un país centrado en la dignidad humana, en la justicia, en la solidaridad, en la libertad y en el bien común.
Por eso, hoy te invito a hacer algo concreto:
- Cuestiona lo que escuchas.
- Exige transparencia.
- Educa con el ejemplo.
- Organízate con tu comunidad.
- Levanta la voz por lo que es justo.
Porque el cambio no empieza en las leyes ni en los gobiernos. Empieza en ti, en mí, en todos. México no se vende. Pero si seguimos callando, lo seguiremos entregando.
Hoy es el día para recuperar lo que nos pertenece: nuestra voz, nuestra conciencia, nuestra patria.