Preámbulo
La pérdida de empleo es una de las consecuencias más dolorosas que tiene una crisis económica. Después de un año de haber iniciado la pandemia, los datos reflejan un mercado laboral debilitado, con menos opciones de empleo y salarios deprimidos. Vemos también que las condiciones laborales en algunas regiones, sectores y grupos poblacionales han sido más afectadas que en otras.
A pesar de la reapertura de la mayoría de las actividades, el impacto en el empleo permanece y se requieren acciones decididas para evitar que el deterioro del mercado laboral se convierta en una condición de rezago para la población y el desarrollo del país.
En Coparmex realizamos el siguiente análisis de los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo al primer trimestre 2021 del INEGI que reflejan el estado del mercado laboral, formal e informal, a un año del inicio de la pandemia.
Panorama general
Al cierre del primer trimestre del 2021, hay 2.4 millones de personas ocupadas menos de las que había al cierre del primer trimestre del 2020. Esto implica una reducción del 4.3% en la población ocupada. Entre ellas, 1.9 millones estaban en la informalidad y 500 mil en la formalidad.
Los datos muestran que hay 400 mil personas más activamente buscando un empleo de las que había hace un año. Esto implica que la tasa de desocupación pasó de 3.4% a 4.4%. Las entidades con mayor tasa de desocupación son Quintana Roo (8.2%), Ciudad de México (7.3%) y el Estado de México (6.5%).
Panorama sectorial
Al observar los datos a nivel sector encontramos una gran disparidad. Sin duda, los servicios han sido los más afectados. En específico, los servicios de esparcimiento, culturales, y deportivos muestran una reducción del 42% de la población ocupada, y los hoteles y restaurantes una reducción del 15%. Por su parte, hay sectores que han logrado aumentar la población ocupada a pesar de la pandemia; entre ellos destacan los servicios inmobiliarios y los servicios de salud y de asistencia social, que crecieron 8% y 6%, respectivamente.
Impacto para las mujeres
Los datos revelan preocupantemente que las mujeres han sido más afectadas. De las 2.4 millones personas ocupadas menos, el 70% son mujeres. Si observamos los datos por rango salarial, vemos que las mujeres redujeron la población ocupada en todos ellos, mientras que ya hay aumento en la población ocupada de hombres que ganan hasta un salario mínimo.
En 25 entidades, el impacto en el empleo ha sido mayor para las mujeres. Entre ellas, destacan Nayarit, en donde la población ocupada general creció 3% pero para las mujeres decreció en 6%, y Puebla, en donde la población ocupada general cayó 2% para mujeres la caída fue de 9%.
Deterioro de las condiciones laborales
No sólo se han reducido las plazas, sino que las condiciones laborales se han modificado en perjuicio de la población trabajadora. Estos son algunos hallazgos:
Informalidad
Al primer trimestre del 2021, el porcentaje de la población ocupada que es informal se ubica en 55.1%, lo que implica una reducción de 1 punto porcentual en el último año. Sin embargo, esto se relaciona con la pérdida de empleos en este sector y no necesariamente a una mejora en las condiciones laborales.
A nivel local, hay estados en donde sí hubo un aumento en la informalidad, entre los que destacan Tabasco (3.7%), Veracruz (2.1%) y Campeche (2.1%). Por su parte, hay sectores como el de la construcción en el que solo los empleos informales muestran signos de recuperación.
Menores salarios
Cuando se ha presentado la recuperación de empleos se ha dado con menores salarios. Si comparamos con el cierre del 2020, durante el primer trimestre 2021 se generaron empleos en los rangos salariales de hasta 1 salario mínimo y de 1 a 2 salarios mínimos. Sin embargo, aún vemos reducciones en la población ocupada del resto de los niveles salariales. De hecho, la población que gana entre 2 y 3 salarios mínimos se redujo en 15%.
Menores opciones laborales
Otro fenómeno que ha ocurrido es la reducción en el número de horas que ofrece el mercado laboral. Al primer trimestre 2021, hay 2.6 millones de personas más subocupadas de las que había al primer trimestre de 2020. Son personas que pueden y necesitan trabajar más horas de las que están trabajando, lo que resulta en menores ingresos.
Aumento de la pobreza laboral
Según el CONEVAL, al cierre del primer trimestre del 2021, el 39.4% de la población se ubicó en pobreza laboral. Quiere decir que a un año de haber iniciado la pandemia, se sumaron 5.3 millones de personas a la pobreza laboral. El porcentaje pasó de 35.6% a 39.4%. Los estados con mayor incremento fueron Ciudad de México, Quintana Roo y Baja California Sur.
Esto implica un grave retroceso en materia de la Nueva Cultura Salarial que ha promovido Coparmex, en la que a partir de aumentos ordenados y graduales del Salario Mínimo General, se había reducido la pobreza laboral de 42% en 2015 a 36% a inicios del 2020.
Llamado de Coparmex
Los datos del empleo reflejan la urgencia de implementar medidas que permitan recuperar el mercado laboral. El gobierno no puede seguir de brazos cruzados, las familias que hoy padecen el desempleo, la falta de ingresos y la incapacidad de llevar alimento a sus mesas no pueden esperar.
Nuestro llamado plantea 4 rutas de acción:
Primero.- Hay sectores y regiones más afectados que otros, por ello se requiere de atención especializada para recuperar su potencial. Para ello, proponemos medidas como deducciones fiscales al consumo turístico y la creación de distintivos de destinos seguros. Estas acciones deben complementarse con apoyos a las MiPyMEs en sectores más afectados destinado al pago de la nómina de los trabajadores y a la continuidad de las operaciones.
Segundo.- Necesitamos fomentar la creación de empleo formal, así como un apoyo para las familias que perdieron su fuente de ingresos. El impacto diferenciado que han experimentado las mujeres en esta pandemia requiere de medidas que les permitan reincorporarse lo más pronto posible al mercado laboral.
Para ello, insistimos en la implementación de un incentivo a la creación de empleo formal, que considere apoyos especiales la contratación de mujeres y jóvenes. Así mismo, urge un apoyo monetario para las personas que han perdido sus fuentes de ingresos.
Tercero.- Debemos estimular el consumo y la actividad empresarial con el fin de crear un círculo virtuoso que permita generar más y mejores empleos. Para ello se requiere fomentar la inversión con medidas como la depreciación acelerada, suspender la limitación en la deducción de intereses, y la reinstalación de la compensación universal.
El comercio exterior será fundamental en el impulso de la actividad económica. Por ello, es prioritaria la simplificación de procesos regulatorios relacionados. De forma complemetaria, proponemos la existencia de herramientas para la atracción de Inversión Extranjera Directa y el fomento al comercio como un sistema de proveedores nacionales y campañas de promoción de productos mexicanos en el exterior.
Cuarto.- Es tarea del Gobierno Federal promover una recuperación económica con enfoque en el empleo; pero también, es tarea de los gobiernos locales implementar políticas que promuevan una recuperación inclusiva facilitando la operación y el surgimiento de micro y pequeñas empresas, de cooperativas y de emprendimientos; y de la misma forma, tienen mucho que aportar para que se transite de la informalidad a la formalidad.
En este sentido, proponemos que los gobiernos locales implementen esfuerzos de simplificación de trámites de apertura y/o formalización de empresas. Por otro lado, consideramos que deben de seguirse implementando los programas de créditos blandos que han otorgado diversos estados y que han probado ser útiles para las MiPyMEs.
Desde Coparmex buscamos colaborar en lo federal y en lo local para que la recuperación económica y del empleo tenga lugar y ocurra lo más pronto posible.