Artículo escrito por Yaya Arévalo, Presidenta de Coparmex Manzanillo vía Sin Embargo
He tenido la oportunidad de recorrer México y cada vez estoy más convencida que tenemos un territorio lleno de posibilidades, con un potencial extraordinario, donde hombres y mujeres hacemos lo que mejor sabemos: ¡Trabajar! Por eso tenemos que cuidar lo que es nuestro y evitar que se ponga en riesgo lo que más amamos, ¡así sea solamente por un segundo!: nuestra familia, el patrimonio que con esfuerzo hemos construido, nuestra patria, y la libertad que hemos conquistado.
En unos días más México vivirá el proceso electoral más grande, importante y complejo en la historia reciente. Y no podemos permitir que nadie, más que nosotros y nosotras, decidamos el país que queremos. Con nuestro voto, las y los mexicanos vamos a tener que definir el tipo de México que queremos para los próximos años. ¡Nadie más!
Ya nos han gobernado todos los partidos y todas las corrientes políticas, y el país está cada vez peor. Las virtudes desaprovechadas, los problemas estructurales de fondo, la parálisis económica, la falta de incentivos para la generación de empleos, la insuficiencia de medicamentos y servicios de salud y los altos niveles de inseguridad son el rasgo distintivo de un país que se ha quedado a la mitad.
Frente al escenario de desastre, –que podría ser peor, de no ser por el vigor, determinación, fuerza de voluntad, trabajo, productividad, persistencia y decisión de muchas y muchos mexicanos–, la sociedad en colectivo, no puede quedarse con los brazos cruzados. Todos somos uno, y tenemos que poner orden a México, desde lo local. Una vez más y como siempre, ¡la solución está en nosotros y nosotras!
Las y los mexicanos ciertamente podemos no estar de acuerdo en muchas cosas, pero tenemos objetivos comunes y deseos compartidos… por eso debemos unirnos y hacer un solo frente para combatir la mentira, el engaño, la inacción, el abuso, y la corrupción.
¡Debemos ponernos de acuerdo en lo que sí coincidimos!, que no es otra cosa que el bien común de nuestra sociedad, como principio fundamental.
Con este objetivo básico tenemos que unir fuerza, talento, y voluntades para construir un Estado generoso con su gente, sin discriminación ni restricciones, en donde se garanticen todas las libertades y derechos ¡sin excepción! En México, ya no podemos seguir haciendo rentable la pobreza y la marginación. Primero los pobres… ¡No! ¡Nunca más en México un hombre, o una mujer sumidos en la pobreza y lastimados en el orgullo, jamás! ¡Nunca más niños y niñas sin futuro!
Basta de discursos electoreros, sin fundamento ni estrategia. Desde hace años organizaciones empresariales y organismos de la sociedad civil trabajamos en la construcción de un país próspero para todos y todas. Allí es donde deben dirigirse nuestras voluntades, deseos y trabajo… ¡A la desaparición total y absoluta de la desigualdad, la injusticia, la marginación, la pobreza, la falta de oportunidades, y la inequidad!
Por eso las y los mexicanos tenemos que pensar y repensar nuestro voto este 6 de junio. Porque es la única herramienta que tenemos para decidir.
Nadie puede objetar que estas elecciones intermedias del 6 de junio de 2021 serán las más grandes de la historia pues se renovará la totalidad de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, compuesta por 500 diputados, –300 electos por mayoría relativa en los 300 distritos electorales del país, y 200 electos por el sistema de representación proporcional, los denominados plurinominales–, que hoy se distribuyen de la siguiente forma: 50.4 por ciento por diputados de Morena; 15.4 por ciento por diputados del PAN; 9.6 por ciento del PRI; 9.2 por ciento del PT; 5.4 por ciento de MC; 4.8 por ciento del PES; 2.4 por ciento del PRD; y 2.2 por ciento del PVEM.
También las gubernaturas en Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala, Zacatecas. Además, en 30 estados se renovarán íntegramente de los congresos locales, incluido el de la Ciudad de México. Y se elegirán los ejecutivos en mil 926 presidencias municipales de 29 estados, y las 16 alcaldías de la Ciudad de México.
La movilización ciudadana será brutal, y los recursos millonarios. Por todo lo que política, social y económicamente está en disputa, es claro que hoy nos jugamos la democracia y el equilibrio de los poderes, y con eso el futuro del país. Ya tenemos experiencia en que un solo partido gobierne todo el país, a todos los niveles, y eso es lo que originó la gran lucha ciudadana por la democracia. Hoy estamos en riesgo de volver al pasado, y es por eso que necesitamos contrapesos sólidos.
En Colima elegiremos Gobernador, 25 diputaciones y presidentes municipales de 10 ayuntamientos. Aquí me detengo un instante: ¡en Colima no vamos a permitir que nos roben los sueños ni que borren los años de lucha! La maquinaria ya se echó a andar, la generación de consciencia ciudadana y el fomento a la participación son nuestra estrategia. La libertad y la democracia son los emblemas de nuestra bandera. Nosotros, nosotras, somos orgullosos colimenses. Entendemos nuestras restricciones y también conocemos nuestra grandeza. Esta lucha es por Colima y su gente. Es una lucha, en honor a nuestra patria, y a esta tierra que nos ha visto crecer.
Y aquí lo digo fuerte y claro: nadie que pretenda arrebatarnos la oportunidad de soñar, de creer en nosotros, de trabajar y de progresar podrá llegar a gobernarnos. ¡Jamás!
Me queda claro que la esperanza de materializar nuestros sueños no está en el Gobierno. ¡Por supuesto que no! La esperanza está en que cada una o uno de nosotros despierte, y se comprometa con una acción que sea para beneficio de todos y todas.
¡Nosotros somos la sociedad! ¡Y tenemos la oportunidad única de cambiar nuestro mundo! Solo tenemos que ponernos en marcha y salir a votar por lo que sabemos correcto.
México nos necesita hoy más que nunca y nosotros, desde Colima, ¡defendemos totalmente a nuestro país, nuestra gente, y nuestro territorio! Defendemos a nuestra patria. #OpiniónCoparmex