Artículo de opinión escrito por Jorge Ramírez Hernández, Vicepresidente de Estado de Derecho y Democracia de Coparmex | Vía Política Expansión
“Si el Pillo supiera lo rentable que es ser honesto, sería honesto por pillo”, Manuel Cloutier ‘Maquío’, Expresidente Nacional de COPARMEX.
En México hemos buscado muchas salidas para nuestros problemas estructurales, pero nos ha faltado alinearnos en una verdadera solución de largo plazo: un camino direccionado por la ética e integridad.
En la política y la empresa la suma de los principios y valores detonaría el desarrollo que tanto anhelamos. Estamos convencidos de que es una inversión social positiva a largo plazo.
La desigualdad en oportunidades, que ha llevado a una buena parte del país a la pobreza, sin duda es resultado de la falta de decisiones éticas en economía y en políticas públicas sociales.
La lacerante impunidad, la gran corrupción que la alimenta, así como sus lamentables consecuencias: la inseguridad física y patrimonial y la falta de paz que se vive en muchas partes del país tienen su origen en una sociedad individualista y totalmente fraccionada, no íntegra, que sin duda no privilegia la ética en el común actuar.
La gran polarización política y social, derivada de que privilegiamos intereses propios o de grupo por encima del bien común.
En la COPARMEX queremos revertir estas situaciones y desde nuestra Comisión de Ética e Integridad asumimos el compromiso de preparar e implementar mecanismos y propuestas de colaboración entre los sectores público, privado y social con los que contribuyamos a fortalecer la construcción de un México apegado a la legalidad bajo los ejes de honestidad, justicia e igualdad.
Promovemos el compromiso de nuestras empresas socias por impulsar las mejores prácticas de integridad en la administración de sus negocios, entre ellas: ofrecer a nuestros clientes los productos y servicios de acuerdo con lo contratado y su valor agregado; pagar salarios justos, prestaciones y seguridad social como lo establece la Ley; pagar impuestos; construir alianzas de crecimiento mutuo con nuestras cadenas de valor; mantener buenas prácticas para la sostenibilidad ecológica y, por supuesto, generar las utilidades que mantengan el estímulo de inversión.
Lo anterior se refuerza con lo expuesto en días pasados por Ulrich Hemel, Presidente de la Unión de Empresarios Católicos de Alemania (BKU), quien fue invitado a las Juntas Binacionales México – Alemania organizadas por COPARMEX. Coincidimos en construir una ‘Casa de Valores’ mediante estándares éticos con alcance internacional, que voluntaria o involuntariamente, nos guie en actos concretos de integridad en el mundo empresarial y, así, impulsar con autoridad sistemas efectivos de compliance y gobernanza.
Alemania es uno de los países líderes en anticorrupción, por ello se vuelve toral el intercambio de experiencias que permitan fortalecer el combate a este cáncer social que se ha dado en nuestro país. Desde las organizaciones de la sociedad civil, como lo es COPARMEX, es importante el fortalecimiento del Sistema Nacional Anticorrupción, pero aún nos falta mucho por trabajar y lograr.
Seamos partícipes de una verdadera Economía Social de Mercado como proyecto de paz internacional, con sentido de bien común para los asociados y sustentabilidad para el mundo entero, para que su alcance nos convierta en embajadores internacionales de esa Casa de Valores.
De la misma forma, sigamos defendiendo nuestras instituciones democráticas, pues es la única garantía que nos libra de dictaduras.
Finalmente, sigamos con esta evolución cultural a través de una estrategia de prevención e impulso a los valores citados, sin descuidar por supuesto la exigencia a las autoridades en su labor de combate a la impunidad con la investigación eficaz, eficiente y apartidista, que imponga sanciones ejemplares a los actos deshonestos. #OpiniónCoparmex