
Artículo de Opinión escrito por Fernando Sánchez Argomedo, Presidente de la Comisión Nacional de Innovación Empresarial de Coparmex. | Vía: @Reporte_Indigo
X: @fsargomedo
En tiempos de cambios acelerados, el mundo del trabajo se enfrenta a una disrupción sin precedentes de tal forma que resulta impostergable reflexionar sobre uno de los desafíos más complejos y urgentes que tenemos frente a nosotros: el impacto de la Inteligencia Artificial (IA) en la forma en que producimos, colaboramos y generamos valor
La Inteligencia Artificial Generativa (IAG), está redefiniendo procesos, reemplazando tareas rutinarias y creando nuevas habilidades que hasta hace pocos años no existían. Pero al mismo tiempo, plantea profundas preguntas éticas, sociales y económicas: ¿Qué empleos desaparecerán?, ¿Cómo reconvertiremos el talento?, ¿De qué manera garantizaremos que nadie quede atrás en esta nueva era? Por eso, el reciente “Encuentro de Sindicatos y Empleadores. Diálogo Social en Acción: Soluciones para el Futuro del Trabajo” impulsada por COPARMEX y encabezada por nuestro presidente Juan José Sierra, representa un hito histórico que va más allá de una firma protocolaria.
Se trata de un llamado urgente a construir una gobernanza laboral del siglo XXI basada en corresponsabilidad, entendimiento mutuo y visión compartida. Sindicatos y organizaciones empresariales hemos coincidido, por primera vez en México, en la creación de un Consejo Nacional, Social, Económico y Ambiental que articule nuestras voces, propuestas y compromisos. Este consejo no es una concesión política, es una necesidad estratégica. Porque ante la irrupción de tecnologías disruptivas como la IA, ningún actor productivo puede responder en solitario. Requerimos espacios formales de concertación donde empresarios, trabajadores y gobierno podamos deliberar, prever impactos, acordar rutas de adaptación y proteger derechos sin frenar la innovación.
En COPARMEX creemos que el diálogo social debe evolucionar. Ya no se trata solo de negociar salarios o condiciones laborales, sino de abordar juntos los grandes desafíos estructurales del país: la informalidad, la automatización, la brecha digital, la formación para el trabajo del futuro. ¿Cómo formar a millones de mexicanos en nuevas competencias digitales? ¿Cómo reconvertir a quienes hoy están en riesgo de quedar marginados por la automatización? ¿Cómo rediseñar las reglas del trabajo remoto, de la economía de plataformas y del uso responsable de la IA generativa? No podemos permitir que la revolución tecnológica amplíe las desigualdades.
La innovación sin inclusión es una amenaza. Por ello, resulta esencial que este nuevo Consejo tenga una visión integral: no solo económica, sino también social y ambiental. Porque el trabajo no es una variable más de la economía; es el sustento de la dignidad humana y la base de la cohesión social. Desde la Comisión de Innovación que me honro en presidir, hemos insistido en que la inteligencia artificial no puede ser tratada únicamente como un asunto técnico o de eficiencia. Se trata de un fenómeno que redefine el contrato social entre empleadores y trabajadores. Enfrentamos una doble urgencia: impulsar la productividad y, al mismo tiempo, preservar el tejido humano del trabajo. Esto requiere un nuevo pacto entre innovación y justicia social.
El memorándum firmado entre más de 20 sindicatos y 14 organismos empresariales, incluyendo a COPARMEX, es una muestra de que es posible anteponer el bien común a las diferencias naturales que existen en nuestras visiones. Sabemos que el camino no será fácil. Habrá tensiones, posturas distintas y múltiples intereses en juego. Pero hemos dado un paso audaz al poner en el centro el diálogo y la corresponsabilidad. Este encuentro es solo el comienzo. Ahora nos toca diseñar una hoja de ruta para que el Consejo sea operativo, eficaz y representativo. Deberá ser un espacio técnico, con visión de largo plazo, donde se discutan los efectos de las tecnologías emergentes, se propongan políticas públicas y se generen consensos para transformar el mundo laboral. En nombre del sector empresarial, refrendo nuestro compromiso: queremos innovar, pero también queremos incluir. Queremos crecer, pero no solos. Porque solo unidos seremos capaces de hacer que la revolución tecnológica sea, también, una revolución humana. #OpiniónCoparmex