Artículo de opinión de José Medina Mora Icaza, Vicepresidente Nacional de Coparmex.
Twitter: @JoseMedinaMora
El caso Pemex y la gasolina robada resulta muy ilustrativo para dimensionar el fenómeno de la corrupción en la sociedad mexicana.
La corrupción nos muestra su cara social e institucional y aunque ésta no es privativa de Pemex, ahí se manifiesta en el robo de gasolina y en las redes de corrupción internas que permiten el huachicol; pero la corrupción también sucede en la CFE con los diablitos residenciales e industriales y en TELMEX, en donde después de 18 años en manos del gobierno, había 150 mil líneas clandestinas con una operación paralela a la Empresa.
Recordemos que cuando en un acto de corrupción participa un funcionario, también participa un empresario y cuando en un acto de corrupción participa un servidor público, también participa un ciudadano.
¿Qué pueden hacer las autoridades para evitar que haya actos de corrupción?
1.- Es necesario que blinden de espacios de corrupción a todas las instituciones. Que sean abiertos y transparentes, que sus procesos se abran a los ciudadanos y rindan cuentas. El mas reciente Índice de Percepción de Corrupción revela que en los últimos 6 años perdimos 33 lugares.
2.-Que las adjudicaciones y compras gubernamentales (que durante años han estado sumergidas en acuerdos corruptos) se realicen de forma abierta, legal e imparcial, sin conflictos de interés.
3.-Que se promueva la profesionalización, el servicio civil de carrera y destaquen perfiles técnicos sobre los políticos.
¿Qué podemos hacer los ciudadanos para evitar actos de corrupción?
Necesitamos tener una actuación ética, la cual consiste en vivir los valores y desempeñarnos con honradez y transparencia. La corrupción existe porque hemos dejado de ver el bien común, por favorecer el bien personal.
El problema es que los mexicanos jugamos dos roles, como ciudadanos, exigimos que no haya corrupción; pero como individuos, participamos en actos de corrupción, como el robo hormiga; el contrabando y la compra de productos piratas; mantenemos conductas como no respetar las señales de tránsito, o dar mordida para obtener una licencia.
La corrupción está envolviendo a la sociedad mexicana. Es una realidad vergonzosa, que es necesario aceptar, para asumir la responsabilidad que implica y confiar en que tiene remedio.
Cada uno de nosotros, en nuestro actuar diario, debemos convertirnos en agentes de cambio para erradicar la corrupción.
Podemos tener un México libre de corrupción si cada uno de nosotros damos la cara y hacemos tres compromisos:
1.- No participar en actos de corrupción.
2.- No permitir que haya corrupción.
3.- Denunciar la corrupción. Callarnos al ver actos de corrupción, nos hace cómplices.
Imaginemos un México sin corrupción y sin impunidad. Mantengamos el optimismo, como país hemos logrado cambios que parecían imposibles. Por esta razón, hemos llamado a la lucha contra la corrupción e impunidad el “Reto de la Década”
Trabajemos juntos Gobierno, sector productivo, academia y sociedad civil para lograr un México sin corrupción.