Artículo de opinión escrito por José Medina Mora Icaza, Presidente Nacional de COPARMEX | Vía El Sol de México
Twitter: @JoseMedinaMora
El viernes pasado el ejecutivo federal envió al Congreso de la Unión una propuesta de reforma constitucional en materia eléctrica.
Dicha propuesta contempla a grandes rasgos, revertir la reforma energética de 2013, pues implicaría cerrar el sector de energía hacia las inversiones extranjeras, y por tanto cancelar los contratos vigentes para prácticamente expropiar las inversiones que estas empresas privadas han hecho en nuestro país. Además, la propuesta busca eliminar los contrapesos al sector como la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) para traspasar sus atribuciones a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Al respecto, en Coparmex consideramos a esta propuesta una contrarreforma debido a las múltiples afectaciones que generaría a la economía, la competitividad y el estado de derecho. Comparto cinco principales razones para considerarlo:
El contenido de la reforma afecta el estado de derecho y la certidumbre jurídica que es indispensable garantizar para incentivar la inversión.
Nuestro país requiere generar energías limpias y ese es uno de los enfoques de las empresas extranjeras que están invirtiendo en México, sin embargo, esta propuesta busca concentrar la producción de energías sólo en la CFE, y seguir con energías altamente contaminantes.
Además, esto va en contra de acuerdos internacionales que previamente asumimos como el Acuerdo de París, en el cual acordamos que para 2024 generaríamos un 35% de energías limpias del total de energías que se producen en el país, y de aprobarse esta reforma, no solo no avanzaríamos en el cumplimiento del acuerdo, sino que cancelaríamos toda opción de transitar hacia las energías limpias cada vez más necesarias.
Este cambio dañaría las finanzas públicas, al enfocar la producción de energía en la CFE sin realmente volverla más eficiente y sin fomentar la competencia en el mercado, pues el año pasado la CFE tuvo pérdidas por 79 mil millones de pesos, y en la actualidad parte del presupuesto público se destina a sostener tanto a la Comisión como a Pemex, sin cambiar su modelo para volverlas rentables.
Necesitamos ofrecer energía a costos competitivos, pues actualmente diversas empresas producen la energía que produce la CFE, pero a mitad de costo, y las energías limpias tienen un costo incluso menor.
El consumidor final resultaría fuertemente afectado, ya que cada costo que este cambio represente se verá reflejado en las personas, y para que estos costos realmente se reduzcan, necesitamos complementar a la CFE con la producción privada de energías limpias.
Ante una apremiante recuperación económica en el país, necesitamos fortalecer las condiciones para la competitividad y el compromiso con el bien común, poniendo al centro a las personas, buscando abrir oportunidades económicas protegiendo a la comunidad y al medio ambiente.
Desde el sector empresarial, hacemos un llamado al Congreso de la Unión para que los legisladores ejerzan cabalmente su función de contrapeso revisando la propuesta, abriendo la discusión y haciendo las modificaciones necesarias para evitar múltiples daños a la economía, la competitividad, el medio ambiente y el estado de derecho, pues la contrarreforma energética implica riesgos que afectarían tanto el presente como el futuro del país. #OpiniónCoparmex