
Artículo de Opinión escrito por Juan José Sierra Álvarez , Presidente Nacional de COPARMEX | Vía: @elsolde_mexico
Hace apenas unos días, una delegación de COPARMEX regresó de una intensa y fructífera misión de estudio en Alemania. Esta visita no fue un simple recorrido, sino un ejercicio de diplomacia empresarial estratégica, esencial para posicionar a México en el tablero económico global. En un panorama mundial que se reconfigura constantemente, la proactividad de la iniciativa privada mexicana es la llave para asegurar un futuro de mayor desarrollo social y justicia social para nuestra nación.
Alemania, como potencia industrial y faro de innovación en Europa, representa un socio natural y fundamental para México. La relación comercial entre ambas naciones es sólida, con exportaciones mexicanas que, tan solo en 2024, alcanzaron la significativa cifra de 7.6 mil millones de dólares. Una cifra que, entre enero y mayo de este año, ya suma 2.5 mil millones, evidenciando una expansión que debemos catalizar. La confianza alemana se sustenta en la presencia de cerca de 2 mil 100 empresas en nuestro territorio, que generan alrededor de 300 mil empleos directos. Estos números hablan de una relación de largo aliento, no de coyuntura.
El objetivo central de nuestra misión fue doble: por un lado, robustecer la vinculación académica y empresarial para impulsar la competitividad; y por otro, promover activamente a México como un destino de inversión confiable y estratégico.
En ciudades como Heilbronn, fuimos testigos del modelo de educación dual del Bildungscampus Dieter Schwarz Stiftung. Este esquema de formación, que liga la enseñanza técnica con las necesidades de la industria, es un camino probado para potenciar el talento joven y consolidar una economía basada en el conocimiento. Fortalecer este modelo en México es imperativo para que nuestra fuerza laboral se mantenga altamente calificada y a la vanguardia.
En Bonn, la conversación con directivos de DHL Global sobre su Estrategia 2030, enfocada en sostenibilidad y digitalización, abrió la puerta a mecanismos de cooperación para que más MiPyMEs mexicanas —motor esencial de nuestra economía— puedan exportar y crecer en mercados internacionales.
El Latin America Day 2025 en Colonia, bajo el lema “Marcando el rumbo juntos”, puso de manifiesto el interés renovado de Europa en nuestra región, especialmente en temas de energías limpias. Se mencionó que la inversión en este sector en América Latina y el Caribe alcanzó los 70 mil millones de dólares en 2025.
En Berlín, nuestra visita a la Federación de Industrias Alemanas (BDI), la voz de más de 100 mil empresas, nos permitió sentar las bases para una cooperación industrial más profunda en áreas como la digitalización, la manufactura avanzada y la inteligencia artificial.
Nuestras reuniones en la Embajada de México y con la Konrad Adenauer Stiftung reafirmaron un punto esencial: la capacidad de México para atraer y retener inversión dependerá siempre de pilares ineludibles. No basta con la cercanía geográfica o los acuerdos comerciales. La clave está en garantizar la certeza jurídica, ofrecer seguridad integral, asegurar energía asequible y mantener un Estado de Derechos sólido.
La misión a Alemania ha consolidado una plataforma de cooperación internacional que refuerza la imagen de México como un país confiable, innovador y competitivo. Las oportunidades son vastas, pero su materialización requiere la firmeza de un Estado de Derechos que genere confianza. México tiene todo para avanzar con determinación hacia un futuro de mayor bienestar. La diplomacia empresarial es el motor, y la certeza es el camino.