Nuestro país ya se encuentra en una emergencia sanitaria, con 164 casos de infectados confirmados, un fallecimiento y otra muerte por confirmar. Estamos en la antesala de la Fase 2 de la epidemia. Para entonces, lo más probable es que en México, como ha sucedido en otros países, los casos se cuenten por cientos, con un riesgo de mayores decesos en los grupos de riesgo.
El problema del COVID-19 es que se dispersa demasiado rápido, el efecto en las personas mayores es muy peligroso y nuestra numerosa población que vive con enfermedades crónica degenerativas eleva el riesgo. De hecho, este podría ser el mayor problema: los millones de mexicanos con diabetes, hipertensión arterial y otras comorbilidades.
En este contexto, resulta positivo que finalmente el día de ayer haya sesionado el Consejo de Salubridad General, órgano colegiado que depende directamente del Presidente de la República y tiene el carácter de autoridad sanitaria, con funciones normativas, consultivas y ejecutivas, cuyas disposiciones serán de carácter general y obligatorias en el país.
Los acuerdos a los que se llegó consistieron en los siguientes 5 puntos.
1. El Consejo de Salubridad General reconoció al Covid-19 como enfermedad grave de atención prioritaria.
2. Reconoce las medidas coordinadas por la secretaría de Salud
3. Consenso con las entidades, con quienes se definirá el alcance de las medidas
4. Exhortan a autoridades e integrantes del sistema nacional de salud, a definir sus planes de expansión hospitalaria.
5. Se constituye en sesión permanente.
Con base en lo anterior, al declarar al COVID-19 como “enfermedad grave de atención prioritaria”, lo consecuente sería que la Secretaría de Salud (SSa) del Gobierno Federal deba decretar de inmediato las medidas correspondientes a la “acción extraordinaria de salubridad general”, según el Artículo 181 de la Ley General de Salud.
Se espera ahora que se apliquen medidas contundentes en el sentido de evitar el crecimiento exponencial de los contagios. Asimismo, debe de buscarse acotar el porcentaje de la población infectada, realizar un análisis de la efectividad de las diferentes estrategias, y hacer una valoración del porcentaje de infectados que requerirán hospitalización.
Además, ante la austeridad que ha vivido el sector Salud en año y medio, es lógico preguntar sobre si ya se tiene una estimación realista de insumos necesarios para hacer frente al COVID-19.
Desde la COPARMEX consideramos pertinente adoptar de forma urgente las siguientes medidas:
1. Pruebas, pruebas y más pruebas. La Organización Mundial para la Salud (OMS) y los expertos coinciden en que la detección temprana de los casos es un factor fundamental para contener la extensión de la pandemia. No se pueden tomar acciones, ni conocer el impacto real del virus, si no sabemos a cuántas personas ha afectado. Este factor ha marcado la diferencia entre algunas naciones que están mostrando mejores resultados en su batalla contra el virus y otras donde el número de casos aumenta rápidamente.
En este sentido, no es viable restringir que las pruebas se realicen en laboratorios privados. Si los gobiernos continúan haciendo los exámenes solo a los pacientes más graves, pueden resultar falsas las estadísticas y propiciar que personas con síntomas más leves continúen propagando el virus.
2. Preparación y reacción rápida. Uno de los elementos básicos para la contención de un virus es reaccionar rápidamente, antes que los contagios se diseminen por la población. La acción rápida para la detección y el aislamiento de nuevos casos puede resultar un factor decisivo para contener la propagación.
3. Aislar a los contagiados. La realización de pruebas permite no solo aislar a los enfermos y evitar que se propague el virus entre un mayor número de personas, sino que también abre la posibilidad para detectar posibles contagios que todavía no han desarrollado síntomas.
4. Distanciamiento social. Cuando se reportan los primeros contagios de un nuevo virus en una población, las medidas de prevención deben de complementarse con otras, como el distanciamiento social, lo que resulta ser más efectivo para evitar que los sectores más vulnerables se contagien. La rapidez en instruir normas de distanciamiento social es una fuente fundamental para reducir los contagios.
5. Promover medidas de higiene. Desde que comenzaron a reportarse los primeros brotes de coronavirus fuera de China, la OMS ha insistido en el lavado regular de manos y la higiene al presentar cualquier síntoma. Ello es fundamental para evitar la transmisión del virus.
En la COPARMEX, conscientes de que el peligro de la propagación del brote de coronavirus COVID-19 se mantendrá latente por semanas, instamos de forma urgente a las autoridades correspondientes, entre ellas el Consejo de Salubridad General y la Secretaría de Salud Federal, a tomar las medidas necesarias para garantizar la salud de todos los mexicanos.