Autor: Juan Manuel Hernández
El 1 de Julio del 2018, 87 millones de mexicanos deberemos ir a las urnas para votar en lo que serán las elecciones más grandes de nuestra historia democrática.
Se renovaran más de 3 mil cargos de elección popular, incluyendo la Presidencia de la República, Congreso de la Unión, gobernadores, alcaldes, y congresos locales en 30 entidades del país.
A nivel federal elegiremos 500 diputados: 300 de mayoría relativa y 200 plurinominales. En el Senado serán 64 legisladores de mayoría relativa, 32 de representación proporcional y 32 más denominados de primera minoría.
La Ciudad de Mexico elegirá al Jefe de Gobierno, diputados locales, y por primera vez en historia 16 alcaldes, quienes suplirán a los delegados actuales de acuerdo a su nueva Constitución.
Otros estados que renovaran la totalidad de gobernador, congreso y alcaldía son Guanajuato, Morelos, Chiapas, Tabasco, Yucatán, Veracruz y Puebla.
A excepción de Coahuila, Quintana Roo, Tamaulipas y Baja California, el resto de las entidades elegirán a sus congresos, donde además se votaran más de dos mil ayuntamientos.
Consecuentemente, la oferta electoral va a ser cuantiosa. Los electores nos veremos avasallados por las promesas de campaña, la guerra sucia, con candidatos que en la mayoría de los casos nos van a sobre prometer pero difícilmente explicaran el cómo.
No debemos desmotivarnos por lo que seguramente vamos a atestiguar. Hoy más que nunca debemos participar, proponer, exigir, y seguir construyendo esta democracia incipiente que tenemos.
Indudablemente hemos avanzado. Hace escasos 24 años a estas fechas ya sabíamos quién iba a ser el próximo presidente de México.
Hoy sabemos que nuestro voto cuenta y que a algunos partidos les conviene que no salgamos a votar, para ellos poder utilizar el voto duro y corporativo que saben los puede mantener en el poder con una mínima representación.
Por nuestra parte, necesitamos encontrar candidatos que se comprometan en los grandes temas del país.
Hoy Mexico vive una crisis de en su estado de derecho. Necesitamos candidatos que a través de sus plataformas se comprometan a combatir frontalmente la inseguridad, la corrupción, y el desarrollo democrático, fortaleciendo nuestras todavía débiles instituciones democráticas (fiscalía general, fiscalía anticorrupción, FEPADE, INE).
En desarrollo económico, se necesitan políticas públicas que verdaderamente fomenten el crecimiento, la creación de más y mejores empleos, el desarrollo de infraestructura y competitividad, que lleven a nuestro país al entorno que se merece globalmente. Tenemos todo para ser una potencia mundial y no depender de terceros.
Finalmente, necesitamos fomentar el desarrollo social de las clases marginadas combatiendo frontalmente la pobreza. Tenemos que eliminar todas aquellas políticas asistencialistas que tienen convertidas muchas zonas del país en verdaderas fábricas de pobres y generación de votos comprados. Necesitamos políticas públicas en materia de educación, vivienda, salud, y bienestar social para todos los mexicanos que permitan elevar la calidad de vida de nuestra gente.
Esta es la oportunidad para la sociedad mexicana. Hagamos nuestra tarea. Analicemos, participemos, propongamos y exijamos.
Hagamos del 2018 un año de excepción para todos los mexicanos, solo la sociedad puede lograrlo.