- Los cambios legales fortalecen sólo a uno de los proveedores, afectando el bolsillo de los mexicanos
- Darle a Pemex el control de la venta de hidrocarburos daña la competitividad de México
En la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) consideramos que las reformas a la Ley de Hidrocarburos aprobadas este jueves en el Senado de la República, afectan a la libre competencia, desalientan las necesarias inversiones en ese sector, dañan los bolsillos de los consumidores y constituyen una violación a la Constitución.
En Coparmex nos preocupan los riesgos que esta legislación representa para el Estado de Derecho, debido a que en el proceso legislativo que se llevó a cabo, primero en la Cámara de Diputados y luego en el Senado, no se corrigieron las disposiciones discrecionales que podrían derivar en un potencial abuso de autoridad.
Además, al validar posibles prácticas anticompetitivas en favor de uno sólo de los proveedores de combustibles, en este caso Pemex, los principales afectados serán los consumidores.
Reiteramos nuestra preocupación porque con esta legislación se faculta a la Secretaría de Energía (SENER) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE) a suspender los permisos en materia de hidrocarburos y petrolíferos, de manera discrecional y con temporalidad indefinida, ante “un peligro inminente” a la seguridad nacional, la seguridad energética o para la economía nacional, sin que se hayan definido claramente los supuestos normativos que regirán estas decisiones.
Otro tema preocupante es el ajuste realizado al régimen de sanciones que permite revocar los permisos previamente expedidos a los titulares que incumplan con los requisitos correspondientes o que infrinjan las disposiciones de la Ley de Hidrocarburos.
Estas modificaciones legales permitirán a las autoridades determinar que las instalaciones y permisos tengan necesariamente que ser operadas por Pemex, al ser revocados a los particulares.
Aunado a ello, también se aprobó una reforma a la Ley del Artículo 13 transitorio de la Ley de Hidrocarburos, en la que se elimina el concepto de “asimetría” y da nuevamente a Petróleos Mexicanos el control en la venta de combustibles, lo que también repercutirá no sólo en la competitividad, sino en el bolsillo de las familias mexicanas, al no tener opciones para comprar combustible más barato que el ofrecido por la empresa productiva del Estado.
La reforma aprobada establece que “Al haberse logrado una mayor participación de agentes económicos que propicien el desarrollo eficiente y competitivo de los mercados, se deja sin efectos la facultad otorgada a la Comisión Reguladora de Energía para sujetar a principios de regulación asimétrica las ventas de primera mano de Hidrocarburos, Petrolíferos o Petroquímicos, así como la comercialización que realicen personas controladas por Petróleos Mexicanos o sus organismos subsidiarios”.
Coincidimos con la postura de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), en el sentido de que la reforma que protege a Pemex frente a sus competidores, terminará afectando a los mexicanos, pues “Los mercados sólo operan en beneficio de los bolsillos de los consumidores y el interés público cuando están bien regulados”.
Además nos preocupa que estos cambios tan relevantes a la ley se hayan realizado sin una previa consulta a los expertos y, más aún, en un proceso fast track que impidió la discusión y el debate informado sobre las afectaciones que estas medidas pueden tener para los consumidores.
Queremos dejar en claro que en Coparmex apoyamos todas las acciones del Gobierno de México encaminadas a fortalecer el sector energético cuando se trate de combatir los ilícitos y de poner orden para que los permisionarios cumplan con sus obligaciones y operen en la legalidad.
Sin embargo, consideramos que para lograr estos fines no era necesario realizar las modificaciones legales que fueron aprobadas en el Congreso, ni establecer sanciones tan severas como la revocación de permisos por causas ambiguas.
Desde Coparmex reiteramos nuestra disposición para contribuir a las transformaciones que México necesita, pero siempre con respeto a la máxima ley de nuestro país que es la Constitución.
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