Artículo de opinión escrito por Rosa Marta Abascal | Vicepresidenta de Comunicación
Twitter: @rmabascal
En el proceso de reconstrucción del tejido social, la conciliación trabajo-familia emerge como un elemento esencial que promueve la equidad, el reconocimiento de la feminidad complementaria a la masculinidad y el cuidado del otro.
Esta reflexión abordará la importancia de fortalecer el trípode conformado por el reconocimiento y afianzamiento de la feminidad, la corresponsabilidad familiar entre hombres y mujeres, y la formación en competencias, junto con la flexibilidad laboral, como pilares fundamentales para alcanzar una sociedad más equitativa y cohesionada.
1. Reconocimiento y afianzamiento de la feminidad
La reconstrucción del tejido social requiere valorar y fortalecer la feminidad complementaria a la masculinidad. Esto implica reconocer y valorar las cualidades y habilidades que aportan las mujeres al ámbito laboral y familiar, promoviendo su participación proactiva en ambos espacios. La equidad de género se logra al reconocer y apreciar la diversidad de roles y perspectivas, fomentando la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres.
2. Corresponsabilidad en la familia
La familia es la célula fundante de la sociedad y, como tal, requiere de una corresponsabilidad compartida entre hombres y mujeres. Romper con los roles de género tradicionales y promover una distribución equitativa de las tareas y responsabilidades familiares es esencial para la conciliación trabajo-familia. La participación activa y comprometida de ambos progenitores en la crianza de los hijos y el cuidado del hogar fortalece los vínculos familiares y genera un ambiente propicio para el desarrollo integral de todos sus miembros.
3. Formación en competencias y habilidades
Para lograr una conciliación efectiva, es necesario que hombres y mujeres adquieran competencias y habilidades que les permitan enfrentar los desafíos tanto en el ámbito laboral como en el familiar. Esto implica ofrecer oportunidades de formación, capacitación y desarrollo personal que potencien las habilidades necesarias para la gestión del tiempo, la resolución de conflictos y la toma de decisiones informadas. La formación en competencias también contribuye a una mayor autonomía y empoderamiento de las mujeres, promoviendo su participación plena en el mundo laboral.
4. Flexibilidad laboral, generando compromiso y confianza
La flexibilidad laboral desempeña un papel fundamental en la conciliación trabajo-familia. La implementación de políticas flexibles, como horarios adaptados, trabajo remoto o permisos parentales, permite a las personas acomodar sus responsabilidades laborales con sus compromisos familiares. Esto genera un mayor compromiso y satisfacción en el trabajo, así como confianza y lealtad hacia las organizaciones. Asimismo, la flexibilidad fomenta la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres, rompiendo con los estereotipos de género y promoviendo entornos laborales inclusivos.
La conciliación trabajo-familia se convierte en un elemento esencial para la reconstrucción del tejido social, ya que promueve el trabajo en equipo de hombres y mujeres, pero siempre reconociendo y fortaleciendo la feminidad.
Desde COPARMEX hemos lanzado el ranking Balance Trabajo-Familia para impulsar, con la filosofía de la “persona al centro”, equidad de mujeres y hombres a la vez que fortalecer el tejido social de nuestro México.