Autor: XochitlLagarda Burton
Vivimos en una época en la que la tecnología se desarrolla a una marcha vertiginosa, especialmente en el sector digital y de la información. A la par, también está cambiando la forma de producir y las habilidades que se requieren para ser más competitivos.
El Modelo Mexicano de Formación Dual (MMFD) inicia en el ciclo escolar 2013-2014, en la primera generación participaron 915 alumnos; hoy, casi 4 mil jóvenes son parte de este programa y ya lo han concluido más de 6 mil estudiantes más. Iniciamos trabajando con 197 escuelas; hoy ya se cuenta con más de 700.
Se tiene la meta para 2018 de haber formado 10 mil estudiantes bajo este sistema.
Uno de los mayores problemas que enfrentamos en materia de empleo es vincular las demandas del sector productivo con la oferta del sector laboral. El proyecto educativo del país no siempre ha estado alineado con las necesidades de las empresas y la sociedad.
A pesar del talento de los jóvenes y su entusiasmo, el 40% de ellos reporta no sentirse listo para ser parte del mercado laboral. Y el 63% de los egresados de educación media superior considera que sus escuelas tienen nula o escasa vinculación con empresas. Por otro lado, el 44% de los empleadores considera que es difícil contratar personas con las habilidades que requieren.
Necesitamos que las escuelas anticipen las demandas profesionales que tendrán los jóvenes, y que las empresas también permitan que los estudiantes aprendan directamente del proceso productivo.
Los empresarios concordamos con los jóvenes en que es vital tener un sistema que complemente los estudios académicos con prácticas profesionales.
El objetivo para el futuro es que ésta sea una opción educativa tan demandada como la educación tradicional.
El modelo de formación dual es una apuesta por desarrollar el talento de los mexicanos; por aprovechar el enorme potencial de los jóvenes que representan el bono demográfico de nuestro país. Para nosotros, en el sector privado, la educación de los jóvenes y el fomento a la productividad y la innovación son dos pilares importantes. Por un lado, el pilar de mejores condiciones de bienestar que tiene que ver con el fortalecimiento de la educación en el país; mientras que el otro pilar es el de la innovación y productividad que pasa también por el fomento a la creatividad y el desarrollo de nuevas habilidades para los jóvenes.
Sólo con mejor educación construiremos un México moderno, productivo y competitivo internacionalmente; capaz de ser parte de la nueva transformación industrial, y generar los empleos y oportunidades que merecen los mexicanos.
El Modelo Mexicano de Formación Dual debe trascender el sexenio, debe continuar con el compromiso de todos los involucrados y consolidarse como la modalidad educativa que forma y certifica a los técnicos de nuestro país.