Artículo de Opinión escrito por Oscar de Jesús Martínez, Presidente de COPARMEX Nuevo León | vía El Heraldo
Twitter: @oscarmartinezt
Hay algunas realidades que, por obvias, no requieren reiterarse para que sean aceptadas como tales por la totalidad de una comunidad. Pero hay otro tipo de realidades, aquéllas que ausente su reiteración constante, corren el peligro de pasar desapercibidas. Como estas últimas, es el 6 de junio.
Un día que será histórico en nuestro país por muchas razones, incluyendo el hecho de que ese día llevaremos a cabo las elecciones más grandes que se hayan organizado en México hasta la fecha, con más de 21 mil cargos públicos a ser electos y donde podrán participar 93.5 millones de votantes. Será histórico también, porque serán las primeras elecciones de que tengamos memoria que se lleven a cabo en medio de una pandemia como la que estamos viviendo.
Pero, sobre todo, este 6 de junio será un día histórico porque llevaremos a cabo las elecciones más importantes y decisivas que hayamos tenido desde cuando menos la década de los 80’s del siglo pasado. Nunca como ahora estará en juego tan claramente la disyuntiva del modelo de país que queremos construir hacia adelante:
Un país donde los equilibrios democráticos nos garanticen un Estado de Derecho sólido y con contrapesos institucionales fuertes o, por el contrario, un país con un gran gobierno centralizado y sin contrapesos. Y es la realidad de dicha disyuntiva, la que tiene que repetirse una y otra vez a fin de hacer conciencia en todo nuestro país de lo absolutamente indispensable que resulta que todos sin excepción ejerzamos nuestro voto este 6 de junio.
Se trata de que juntos logremos vencer el abstencionismo que ha prevalecido en elecciones pasadas, sobre todo en elecciones intermedias como las que llevaremos a cabo en unos días más. Sólo para recordar, si el abstencionismo fuera partido, en las elecciones del 2018 habría sido el partido ganador con el 36.5% de personas que decidieron no votar.
Lo que resulta quizá más grave y desconcertante, es el hecho de que, en las elecciones del 2018, el abstencionismo fue mayor en los estados del Norte del país (en promedio casi 10 puntos porcentuales más que en los estados del Sur), en los niveles socioeconómicos más altos y entre los ciudadanos de mayor nivel educativo. Esto debe de cambiar.
Es importante que la opinión de todos sea escuchada en las urnas y que independientemente del hartazgo que pueda haber entre los electores, no dejemos a nuestro país a su suerte. Abstenernos de votar nunca ha sido una buena idea, pero hoy, y ante los retos que enfrentamos, lo es menos todavía.
Por ello, desde Coparmex nos hemos dado a la tarea de promover la participación de la ciudadanía antes, durante y después de las elecciones a través de nuestra campaña #ParticipoVotoExijo.
México demanda que nos preparemos adecuadamente para el 6 de junio a través de analizar y comparar las propuestas de quienes nos piden su voto; que ese día acudamos a las urnas, pero, además, que a partir del 7 de junio, sea cuales fueren los resultados, exijamos a quienes hayan resultado ganadores que cumplan fielmente sus compromisos de campaña.
Decía el gran Dante Alighieri que “los lugares más calientes del infierno están reservados para aquellos que en tiempos de crisis moral mantienen su neutralidad”. Este 6 de junio es un día clave para nuestro país. No podemos ni debemos darnos el lujo de no participar, ¿Responderemos a su llamado? #OpiniónCoparmex