- La caída en los precios del crudo a nivel internacional y la reducción en la movilidad ocasionada por el COVID-19, generó una reducción en la demanda de crudo y sus derivados.
La propuesta que se hace en el Paquete Económico en materia de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), para establecer un esquema de cuotas complementarias aplicables a las previstas para los combustibles automotrices, haría que los precios de la gasolina y el diésel no disminuyeran, ya que se prevé que éstas apliquen justamente cuando el precio del crudo y sus derivados sean bajos, con el objeto de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) no dejé de percibir, por concepto de IEPS a combustibles, ingreso alguno.
En otras palabras, con dichas cuotas, inexistentes hasta hoy, se buscaría recaudar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios que no se generaría por los precios bajos de los combustibles. Dicha medida, contraria a lo sostenido por el Gobierno Federal, implica el cobro de una sobretasa o cuota adicional, en caso de que los precios del crudo y sus derivados sean bajos y, por tanto, que no le permitan recaudar el IEPS por dicho concepto.
Asimismo, la medida permitiría que la gasolina o diésel no bajaran de precio, ya que si su precio baja, las cuotas complementarias se suman y, por tanto, se incrementan sus precios.
En la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) consideramos que de forma velada, el Gobierno Federal pretende que en caso de una reducción en los ingresos por venta de crudo y, por tanto, en la recaudación de IEPS aplicable a gasolina y diesel, se establezcan cuotas complementarias para su cobro, lo que implica una falta de solidaridad ante la crisis económica que ya se tenía y que se ha agravado con la pandemia.
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