- Consideramos vital un sistema eléctrico competitivo y sustentable, que ayude al crecimiento del país y a la prosperidad de los ciudadanos.
- Definir ambiguamente a la CFE como entidad “sin fines de lucro” y trasladar la responsabilidad operativa del sistema eléctrico debilita la confianza de inversionistas y empresas.
- Subrayamos la importancia de que el sector privado y Pemex trabajen en conjunto, bajo un marco regulatorio que impulse la seguridad energética y facilite la transición a energías limpias.
Ante la firma del decreto que modifica la Reforma Energética de 2013, en la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) reafirmamos la importancia de mantener un sector energético basado en la competencia, la sustentabilidad y la transparencia. Consideramos fundamental que se garantice un entorno propicio para la participación equitativa de los diversos actores del mercado, incluyendo las pequeñas y medianas empresas, quienes se verán directamente impactadas por los cambios planteados.
Desde nuestro punto de vista, la propuesta de otorgar un rol predominante a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) genera dudas sobre la imparcialidad y viabilidad del despacho eléctrico. La ausencia de un operador del sistema independiente, como el CENACE, representa un riesgo significativo. Esto podría afectar no solo la seguridad de la red sino también la confianza de los inversionistas, quienes requieren reglas claras para operar y expandir la infraestructura energética en el país.
Nos preocupa la falta de claridad sobre cómo se garantizará que la CFE cumpla con su proporción de generación del 54%, y qué ocurrirá en caso de que supere esta cuota o no la alcance. Estas ambigüedades generan incertidumbre para el 46% restante del mercado, reservado a empresas privadas, y podrían desplazar a fuentes de energía limpias y sustentables, como la solar y eólica, en favor de opciones de mayor impacto ambiental. Esta situación pone en riesgo los avances hacia una transición energética limpia que debería guiar el desarrollo del sector eléctrico.
La redacción actual de la ley también plantea desafíos para el financiamiento de nuevas inversiones. Esta falta de certidumbre desalienta a los inversionistas nacionales e internacionales y afecta principalmente a las PYMES, quienes no cuentan con las mismas facilidades de acceso a crédito y financiamiento en un ambiente de riesgo elevado. Esto encarece el costo de desarrollo e impide que nuevas fuentes de generación eléctrica se sumen al mercado.
Además, la posibilidad de que la CFE y PEMEX concentren una parte significativa del mercado energético amenaza con limitar la competencia y frenar el avance hacia un modelo energético democratizado y descentralizado, que permita a los consumidores generar su propia energía y reducir costos. De consolidarse esta tendencia, se contravendría el derecho de los mexicanos a un mercado justo y a un sistema eléctrico que responda a sus necesidades.
En COPARMEX, consideramos que la rectoría del Estado en el sector energético debe enfocarse en fomentar condiciones de equidad, inclusión y sustentabilidad. Esto exige reglas claras que promuevan la transición hacia energías limpias, la competencia justa entre todos los actores y la seguridad energética de todos los mexicanos. De no atenderse estos principios, México corre el riesgo de retroceder en su meta de contar con un sistema energético robusto, confiable y sustentable, que beneficie a los ciudadanos y fortalezca el crecimiento económico del país.
Hacemos un llamado al diálogo con las autoridades para que reconsideren estos aspectos de la reforma y escuchen nuestra propuesta #LuzLimpiaParaTodosLosMexicanos, que prioriza un modelo inclusivo y competitivo. El compromiso de COPARMEX es firme en la defensa de un sector eléctrico que impulse el desarrollo de México, preserve los derechos de los consumidores y permita un futuro sustentable para todos.
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